Por: José Ramón Toro Poblete, profesor Liceo Max Salas Marchán
(…) ”No se preocupen!!!, me acaban de avisar que el poste está bien y se recuperará”(…) es lo que habría escrito Medel, en un instagram, una vez finalizado el partido contra la selección Argentina, cuando por un error dejó el balón a disposición de Higuaín quien no acertó en su lanzamiento al arco. En su esfuerzo por evitar el gol, Medel, chocó violentamente contra uno de los postes del arco que defendía Bravo.
Pues bien. Hemos escuchado en más de una ocasión que “errar es humano” o que “todos cometemos errores”, “un error lo comete cualquiera”. Lo importante es caer en consideración que, gracias a nuestros errores podemos reflexionar y aprender algo nuevo. Esto solo sucede cuando se tienen plena conciencia posterior a un acto que no ha sido feliz, asunto que nos posibilita reconocer el error cometido.
No siempre y no todos tienen esta virtud cual es reconocer y aceptar un error y, no solo eso sino que asumir la responsabilidad de éste haciéndose cargo de los efectos en terceras personas.
Lo grave es cuando, por una estupidez o temor a perder autoridad, una persona no asume su error dando la espalda que los demás reconozcan en él su capacidad de humildad y sabiduría. Es verdad que está en juego la autoestima, por así llamarla y, la puerta de salida será el culpar a terceros, a la situación o circunstancias. Aquí cabe el dicho anteriormente mencionado “todos cometemos errores” como una elegante forma de exculparnos de ello lavándonos las manos usando esta excusa social.
Otro asunto a considerar en este minuto de Medel, interpretando su acción; es tener la capacidad de reacción inmediata para reparar el error, sintiendo el peso de las consecuencias que dañarán a terceros. Le invito, sin elevar a héroe a un jugador, que recuerde las imágenes del error de Medel: corrió veloz y, muy consciente de su error, se lanzó para evitar el gol que atentaba y destruiría la ilusión de su equipo y de todo un pueblo que gusta del deporte fútbol.
El sentido de responsabilidad, de reconocer el yerro (error), de sentir el efecto negativo y daño fue lo que aceleró la capacidad de reacción de este jugador para corregir su error.
Caso contrario. Si se hubiese quedado paralizado y hubiese convertido Higuaín, todo sería muy distinto.
Un error cometido no es, necesariamente, sinónimo de fracaso. Es una puerta abierta para aprender, crecer y madurar.
Y, una cosa habrá que aclarar, eso sí. No se puede eximir del error de Vidal por mal lanzar un penal (que fue atajado por el arquero argentino), abusando y haciendo mofa de otro error mayor como es el caso del astro argentino Messi. Usando un chilenismo, el error de Vidal “pasó piola”
Otro punto a aclarar. Cuando una persona tiene un cargo público, se habla de acciones políticas o de Estado. Esas personas, cuando comenten un error tienen mayor responsabilidad que un ciudadano sin cargo público. La responsabilidad de un gerente, de un empresario, de un presidente, senador, diputado, alcalde es muy distinta a la de un ciudadano que no goza de esa responsabilidad.
Estas personas no pueden decir “todos cometemos errores” ¡No!
No se puede llamar a un delito ¡Error!
Y, termino con una pregunta:
Si todo error tiene un autor, ¿El error puede ser más que su propio autor?.
(…)”No se preocupen!!!, me acaban de avisar que el poste está bien y se recuperará”(…)
El minuto de Medel
Que sea feliz