Por: Denis Panozo
El tabaquismo es un fenómeno social que se asocia a muchos problemas de salud en nuestro organismo, comencemos por la boca que va a constituir el lugar de paso obligatorio del humo, producto de la combustión del tabaco, por lo tanto es la primera zona expuesta a desarrollar diferentes lesiones o enfermedades.
El consumo regular de tabaco induce trastorno o modificaciones significativos a nivel de la mucosa oral. La placa bacteriana y el sarro son principales factores causantes de periodontitis, gingivitis (inflamación de las encías). La cotina, uno de los principales componentes de la nicotina desempeña un papel importante en el desarrollo de la enfermedad periodontal. Esta sustancia se encuentra en el líquido gingival y en la saliva de los fumadores, lo que puede influir en el nivel de agresión que se ejerce sobre los tejidos de sostén en la enfermedad peridontal. Por otro parte, la disminución del índice de sangrado gingival, observado con frecuencia en los fumadores, podría explicarse por el efecto vasoconstrictor de la nicotina. Además de la coloración superficial de los dientes, la placa dental y de la producción de sarro, como consecuencia del humo del tabaco, además en los fumadores se produce desgastes dentales significativamente más importantes, que son producidos por las partículas sólidas contenidas en el humo.
Además existe una disminución de las sensaciones del gusto y del olfato, por daño en las papilas gustativas y en el epitelio olfatorio y más aún es culpable de una halitosis provocada por las modificaciones de la cantidad y calidad de la saliva y así como del equilibrio de la flora bucal. Además en los fumadores crónicos se facilita las sinusitis a nivel de los senos maxilares y frontales y es el causante principal del cáncer en la boca.