Estimados Soci@s de Asemuch Los Andes:
En este 1° de mayo fecha emblemática para los trabajadores del mundo, y en especial, para nosotros los trabajadores municipales. Queremos de corazón, enviar un saludo fraternal, sincero y ante todo solidario a los socios de Asemuch Los Andes, a nuestros colegas que con su esfuerzo y trabajo mantienen económicamente a sus familias, aportando a engrandecer nuestra.
Es el espíritu de hombres de bien, el que alimenta la esperanza que vendrán días mejores y plenos, que den el mayor bienestar para el mundo municipal.
Han pasado 126 años desde aquel episodio que enarbolaba la máxima «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa». Atrás quedaron los días en que el trabajador era considerado una máquina productiva, cuando no se le reconocía como un ser humano con derechos y merecedor de una calidad de vida digna, atributo que constituye un valor fundamental y condición previa para el reconocimiento de los demás derechos humanos.
Hoy, los derechos laborales se han ido ampliando para otorgar a los trabajadores el respeto, la retribución y el amparo social que merecemos. Sin embargo, la efectividad y la plena satisfacción de los derechos fundamentales en el trabajo, solo se harán realmente efectivos cuando exista, por parte del empleador, de las autoridades y de la sociedad en su conjunto, el convencimiento por el respeto irrestricto de la dignidad del trabajador.
Todo trabajador es necesario para la sociedad y por lo mismo es que cada uno tiene una misión específica que cumplir y derechos que exigir, como también cada uno debe valorar la misión que al otro le ha tocado. No nos dobleguemos al autoritarismo, ni seamos dóciles ante decisiones arbitrarias y antojadizas.
Trabajar no es cosa fácil. Exige voluntad y preparación. Es por ello que hacemos un llamado a entender que todo trabajo es absolutamente digno y valioso. La manera como cada funcionario asume su tarea incide fuertemente en su existencia.
Para algunos, el trabajo es un espacio de grandes alegrías y satisfacciones, en cambio para otros, es nada más que una fuente de permanentes frustraciones. No debemos permitir que esto último suceda, pues el trabajo debiera ser siempre una fuente de alegrías, de mejoras y mayores expectativas de realización personal.
No debemos temer al cambio, pero este se debe hacerse con respeto, acompañado de las formalidades debidas y de las capacitaciones necesarias para un buen desempeño y realización personal del funcionario.
Este 1º de mayo se ha convertido en una nueva oportunidad de cara a la reivindicación de los derechos del trabajador. Hoy nuestra lucha tiene un pilar ético fundamental, cuyo objetivo es asegurar la vigencia de una sociedad laboral municipal más justa y con mayores niveles de dignidad para el trabajador.
A los funcionarios municipales, por su parte, los instamos a seguir luchando por un nuevo sistema de previsión social, que permita una jubilación acorde con las necesidades de una vejez vivida con la frente en alto, donde la jubilación no se convierta en un castigo a la no productividad, sino que en un premio a la dedicación, profesionalismo y a la vida funcionaria, en los mejores años de la existencia.
Reiteramos nuestro saludo respetuoso y solidario a todos ustedes, nuestros colegas trabajadores municipales, que pese al cansancio, las enfermedades, las adversidades y, muchas veces al trato poco deferente, seguimos con pie firme en el cumplimiento de nuestra noble tarea.
Con Afecto,
DIRECTIVA ASEMUCH LOS ANDES