· De origen porteño y avecindado en Los Andes desde 1914 hasta su muerte, el fotógrafo Ramón Albornoz captó con su cámara parte importante de la historia de Los Andes de la primera mitad del siglo XX.
· Tras un proceso de rescate, conservación y restauración digital ejecutado por Fundación ProCultura, algunas de las fotografías serán parte de una muestra que se inaugura este viernes 23 de noviembre, a las 19:00 horas, en la Plaza de Armas de Los Andes.
Con una exposición a inaugurarse en la Plaza de Armas de esta ciudad, a las 19:00 horas de hoy, la que contará con la presencia de autoridades, invitados y público en general, se presentará la muestra “Archivo Fotográfico de Los Andes. Colección Ramón Albornoz Barrera (1914-1949)”. Esta muestra, representa el comienzo de la concreción del rescate patrimonial de la obra fotográfica de don Ramón Albornoz, gracias al apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través del Proyecto levantado por la Fundación ProCultura y su equipo, presidida por la reconocida profesional fotógrafa Ilonka Csillag Pimstein.
Los primeros intentos de rescate de esta valioso archivo, surge aisladamente, del interés histórico de la obra de Albornoz, a través de la conversación con Marta Albornoz y René León, alrededor de 1983. Es en esa época cuando este último, recibe, a título de obsequio, varias placas relativas a escenas de la cordillera y de otra temática que conserva con sumo cuidado hasta el presente. A través de ese material, toma consciencia de la importancia para la Historia andina y del arte fotográfico local, del registro de don Ramón. Es en esos días, cuando doña Ester redacta, de puño y letra, una biografía de su marido que obsequia a León. En ese texto están descritos los primeros pasos y los trabajos de don Ramón. Posteriormente, Marcelo Mella, por su lado, descubre parte de la obra de Albornoz, al realizar una exposición relativa a Santa Teresa de Los Andes, en 1993. Al conversar con la familia, se cerciora que la imagen de la santa, corresponde a una fotografía tomada por Albornoz a Juanita Fernández Solar, en mayo de 1919. La génesis de esta interesante idea, corresponde a Mella quien interesado en destacar y recuperar la obra del importante fotógrafo andino, contacta a Ilonka Csillag de la Fundación Procultura y le propone realizar el presente proyecto. Luego de varios intentos y numerosas visitas a Quebrada de Herrera, donde se guardaba el archivo, en compañía de Luis Rojas y René León, desde 1993, la idea es acogida por la Fundación y se inicia el trabajo a partir del presente año de 2018.
El fotógrafo Albornoz, nacido en Valparaíso, el 18 de septiembre de 1889, y avecindado en Los Andes, aproximadamente, desde 1914. Con su esposa, doña Ester Soza Miranda, formaron familia. Su hija mayor, Ana Rosa (Marta) junto a su madre, prosiguieron el trabajo fotográfico de don Ramón, a la muerte del padre, el 18 de febrero de 1949. Ambas, se transformaron en custodias de un valioso patrimonio gráfico en que muchas familias andinas, paisajes, escenas varias, actividades deportivas, industriales y de todo orden, quedaron registradas por el lente de Albornoz.
Nuestro reseñado fue un fotógrafo formado en Los Andes bajo la tutela profesional de Antonio Torrecillas y Luque, fotógrafo español que trabajó, primero en Valparaíso y, establecido luego en Los Andes, a partir de 1905. Albornoz, había llegado a la ciudad, probablemente, alrededor de 1912 para trabajar como dependiente en la tienda La Sombra, en la esquina suroriente de Esmeralda y Papudo. En 1911, su prima Adelina Fajardo Albornoz, había adquirido la librería Universo y estudio de fotografía de Juan Manuel Sepúlveda -quien no era fotógrafo sino que actuaba como editor de postales-, para quien trabajaba Torrecillas y Luque. Este último, dejó Los Andes hacia fines de 1914 pero, antes, pidió a doña Adelina, formar a alguien que se hiciera cargo de la parte fotográfica del negocio. Aquella, pensó de inmediato en su primo Ramón, un inquieto joven de 25 años, para que fuera instruido en el arte fotográfico por el profesional español.
Pronto, Albornoz, trabajando duro bajo las instrucciones de Torrecillas, pudo iniciarse en la fotografía que ya no abandonaría en el resto de su vida. Por esos días, no había otro estudio fotográfico en la ciudad. Desde 1914, hay testimonio del comienzo de Albornoz en el arte de la fotografía.
El joven fotógrafo, tomó vistas de la ciudad, de la cordillera, del Ferrocarril Trasandino, retratos de familias e individuales, de actividades deportivas, militares, ceremonias oficiales, religiosas, cumpleaños, bodas, y de todo tipo.
En 1919, cupo a Albornoz, tomar los retratos con hábito de religiosa carmelita, a Juanita Fernández Solar, hoy Santa Rosa de Los Andes, al momento previo a ingresar como religiosa carmelita descalza en el monasterio del Espíritu Santo de Los Andes, el 7 mayo de 1919. Una de esas fotografías, es tal vez, la imagen más difundida de la santa chilena. Es el retrato oficial que se utiliza en la difusión de su obra. No obstante, la autoría de Albornoz en ese retrato ha sido postergada, relegándola a un olvido injusto e inclemente. Este es el único testimonio de Teresita con el hábito de religiosa que ella se hizo en su corta existencia. Durante toda su vida, Ramón Albornoz fue el fotógrafo del monasterio, en Los Andes. A pesar de todo, el trabajo de Albornoz Barrera, en este aspecto, no ha sido reconocido oficialmente, y su nombre y autoría de tan importante obra, ni siquiera son mencionados.
En 1920, don Ramón contrajo matrimonio, el 12 de junio, con Ester Soza, una joven porteña de 19 años. Él, tenía 31 años de edad. Su joven esposa se convirtió en su principal ayudante, especialmente, en el retoque de las placas fotográficas, técnica que aprendió haciéndola su especialidad que combinaba con la crianza de sus cuatro hijas y las labores de su hogar.
Posteriormente, en 1927, le correspondió hacer un levantamiento fotográfico de la electrificación del Ferrocarril Trasandino. Lamentablemente, muy poco de este trabajo se ha recuperado ya que, la empresa suiza que hizo la electrificación, le exigió la entrega de todas las placas fotográficas del trabajo. Ello, permitió a Ramón, obtener algunos cientos de imágenes del ferrocarril, a lo largo de su vía, desde Río Blanco a Las Cuevas. Desgraciadamente, la mayor parte de las placas correspondientes al trabajo de levantamiento de las obras, no están en Chile y sólo se conservan escasas unidades en poder de la familia Albornoz.
Al comienzo, el estudio de Albornoz, estuvo en el local junto a la Librería Universo de calle Esmeralda. Luego, se mudó al siguiente local en la calle O’Higgins Nº247, donde permaneció hasta 1928. Posteriormente, se cambió a Maipú Nº335. Años más tarde ocupó volvió al local de la calle O’Higgins N°247 y, finalmente, el estudio se traslada al N°290 de la misma calle. Por mucho tiempo fue el único fotógrafo de la ciudad y reporteó noticias, documentó reuniones y retrató a sus vecinos, en un trabajo que compartió con su esposa, encargada de retocar las fotos y más tarde con su hija Ana Rosa Albornoz “Marta”, que hacía el revelado. Se mantuvo activo hasta su fallecimiento, luego del cual la Fotografía Albornoz continuó atendida por su viuda Ester Soza y su hija Ana Rosa, más conocida como “Marta”.
Se han escaneado, hasta el momento, unas 1.000 placas que representan escenas de todo orden. Se han ocupado muchísimas horas de trabajo dedicado y acucioso ocupado en la limpieza de placas -algunas quebradas-, en su restauración digital y registro en planillas Excel. Este tremendo patrimonio fotográfico, ha sido preservado por su nieto Ricardo Rebolledo Albornoz y su suegra doña Nancy Olmos.
Nuestro trabajo continúa reproduciendo digitalmente el resto del material. Pronto, parte importante de la obra de Albornoz Barrera, quedará impresa en un libro que contendrá una selección de las imágenes recuperadas.
El proyecto busca poner en valor el Archivo Fotográfico de Ramón Albornoz en Los Andes. Relevando la figura de Ramón Albornoz como un importante fotógrafo de la zona de Los Andes y del patrimonio nacional.
La fotografía bajo su cualidad de representar y registrar, rescata y pone en valor el patrimonio tangible e intangible de una sociedad. Posibilitando contar una historia y perpetuarla en el tiempo. Es por ello, que este proyecto busca recuperar este Archivo Fotográfico, colaborar en su conservación y difundirlo, para la puesta en valor del patrimonio de la zona.
Este proyecto, además de la fotografía específicamente, contempla la conservación y restauración digital de las placas y negativos de Ramón Albornoz. Busca dar un contexto al Archivo fotográfico, para así facilitar la vinculación de las imágenes con la comunidad, pasando a ser un importante referente para los habitantes de Los Andes. Además, busca la puesta en valor de la figura del fotógrafo más importante de la ciudad que logró con su trabajo, inmortalizar la imagen de Santa Teresa de Los Andes, una de las fotografías más reproducidas de Chile.
Los invitamos con mucho orgullo a concurrir a admirar esta pequeña muestra de una gran obra fotográfica andina, fruto del trabajo profesional de un hombre, andino de adopción, como lo fue Ramón Albornoz Barrera.