Por Jerónimo Ríos, Brand Manager de EZVIZ
Se acercan las vacaciones de invierno y dejar la casa sola parece ser un tema cada vez menos preocupante. Así lo demuestra la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc), donde se asegura que la victimización bajó del 28% al 25,4%, mientras que la sensación de temor cayó del 39,3 al 38,1%.
Según expertos, esto podría ser gracias al avance de la tecnología, la cual nos ofrece herramientas para otorgar mayor tranquilidad, tal y como son las Smart Home. Desde ver a través de cámaras de seguridad lo que está pasando en la casa, hasta prender y apagar las luces cuando no se está presente, son algunas de las cosas que se pueden hacer con un hogar inteligente. Estos no solo entregan protección, si no que también buscan facilitar la vida de sus habitantes.
A través de dispositivos y sensores, las personas interactúan con la casa, al estar todo conectado a internet se realizan acciones complejas de forma automática, estas revisan los hábitos de quienes viven ahí para crear una red de servicios a disposición de ellos. Ese es el futuro, incluso el presente, gracias al Internet de las Cosas, el Big Data y toda la tecnología.
Hoy se puede administrar todo esto desde cualquier dispositivo móvil, ya sea teléfono, tablets o computadores, en tiempo real y sin importar el lugar donde se encuentre el usuario, permitiendo así una experiencia optimizada.
Esta tendencia se ha hecho cada vez más común, según el último informe de Strategy Analtytics, los dispositivos Smart para las viviendas en el mundo, alcanzaron en venta la importante cifra de US$84 mil millones en 2017, lo que se traduce en un aumento de 16% respecto a 2016, y se espera que para 2023 la cifra alcance los US$155 mil millones.
Su incremento comprueba su efectividad, y la coincidencia con la disminución de la victimización también. Los hogares inteligentes llegaron para quedarse, son la mejor forma de resguardar el hogar y mucho más, no incorporar esta tecnología sería quedarse en el pasado.