Paloma Viguera de Barros, falleció el 12 de julio de 2016, en su casa habitación, en La Pampilla 170, Calle Larga.
Querida Madre, quiero compartir con los amigos y familiares los rasgos más característicos suyos.
En lo histórico: Mi madre nació el 27 de dic. de 1933, en el seno de una familia numerosa de Calle Larga, en el sector de Lo Oneles, Valle Alegre. La novena de doce hermanos. Sus Padres Manuel María y Graciela, él agricultor y comerciante, dotado de una gran simpatía y amistad. Ella iba en su caballo, Quirinca, al colegio de Las Monjitas de Calle Larga. Desde pequeña se esforzó por ayudar a su familia en los quehaceres del campo, ordeñando vacas, cuidando caballos, en las siembras y cosechas, y distintas actividades del campo. Estuvo interna en el Colegio María Auxiliadora, participó en el Coro del Colegio. Formó su familia con mi Padre Jaime, y seis hijos, Rosario, Patricio, Santiago, Felipe, Augusto y Joaquín. Fue Empresaria, en supermercados, en alimentación, en tejidos, y con la Familia formó el Complejo Turístico Barros. Vivió toda su vida en Calle Larga y terminó sus días en un amanecer de invierno en la misma comuna que la vio nacer.
En lo artístico, brillaba con colores propios en el canto, armoniosa y melódica voz. Artista en dibujos, sabía combinar colores y pinturas, como la decoración de ambientes y jardines. Cómo no acordarse de los cambios de plantas y árboles, poniendo en prueba la paciencia del Tío Juan. Manos privilegiadas para el tejido y bordado, a cuántas mujeres callelarguinas le enseñó ese arte, que sus prendas eran cotizadas por las más distinguidas señoras de la ciudad de Los Andes, traspasando fronteras llegando sus finos tejidos a ocupar lugares de exhibición en la moda Europea y Norteamericana.
En la personalidad, un carácter fuerte, tenaz, en la búsqueda permanente de la verdad y la justicia. Una mente inquieta, lúcida, despierta. Aspirando a la perfección, al arte, a la superación permanente. Valiente en los desafíos, compañera en las empresas, animadora en las dificultades, competitiva en los logros, firme en la debilidad. Vaya… que mujer.
Los negocios se caracterizaban por ser honestos y si ello implicaba perder algún bienestar o privilegio lo aceptaba, porque lo más importante era mantener la frente en alto, independiente del costo.
En lo religioso, ferviente, devota, militante permanente del santo rosario, la misa dominical en familia, la devoción a la Virgen María, imprimió en sus hijos esa impronta imperecedera de devoción. Buscó en la oración el consuelo y el significado redentor de sus dolores y angustias, sufrió con la partida de sus seres queridos primero Jaime y después Chaguito, podríamos decir que se enclaustró interiormente en una vida de luto, que le duró 30 años, y que hoy tiene la esperanza de la misión cumplida. Su recompensa, el encuentro con sus seres queridos. La enfermedad la llevó con entereza, los últimos años fueron serenos y ajenos al conflicto, podíamos ver a una mujer entregada a la voluntad de Dios, después de los sinsabores propios de su carácter fuerte.
En lo humano, se conmovía rápidamente por el desvalido y humilde. Atendía a sus trabajadores como si fueran sus comensales, deprendida de todo lo material, aunque a veces le creaba conflictos incluso propios e internos, pero lograba superarlos. Mi madre con muchas virtudes, pero no creo estar hablando de una santa, ni mucho menos, simplemente de una mujer Callelarguina que vivió con pasión cada instante de su vida. Muchas gracias mamita, te llevaremos siempre en nuestro corazón.
Agradecemos como familia los hermosos gestos de amistad y compañía a todos los familiares y amigos, que nos brindaron su apoyo espiritual y fraternal, en los funerales de nuestra querida Madre. Especialmente a los vecinos de la Comuna de Calle Larga, representados por su Alcalde, a las instituciones públicas y privadas de la ciudad de Los Andes y Santiago, Partidos Políticos PDC y Amplitud, al colegio Sun Valley College, Empresa R. Mauna, Empresa Sigdo Koppers, Hospital de Los Andes, Consultorio de Calle Larga, Prelatura Opus dei, Parroquia de Calle Larga, Padres Pasionistas y Turismo Aconcagua A.G. Para todos ustedes, eternamente agradecidos.
Patricio Barros Viguera, Herman(a)os y Familia.