Por: Rafael Rosell Aiquel, decano Facultad de Derecho y Gobierno U. San Sebastián
“Los niños primeros en la fila” es sin duda una de las consignas evidentes que tendrá el gobierno del presidente Sebastián Piñera. Lo anterior queda en evidencia tras su llamado a generar un gran acuerdo nacional en favor de la infancia, de nuestras niñas y nuestros niños, atendiendo a una evidencia oscura que nos habla de que en los últimos 10 años más de 1.300 niños y adolescentes han muerto en las residencias del Sename.
La apuesta del nuevo gobierno supone la implementación de un moderno sistema de información que permita efectivamente monitorear la atención que reciben los niños garantizando su seguridad, su integridad física y mental.
En este contexto resulta indispensable fortalecer el rol de la familia, especialmente cuando todos los informes internacionales sobre la materia señalan que enviar a los niños, niñas y adolescentes a una institución de guarda de responsabilidad del Estado es en casos excepcionales. Por ello es tan importante el hogar, los niños, niñas y adolescentes son hijos y responsabilidad de sus padres, si eso falla todo el sistema entra en crisis.
En este sentido se hace necesario cambiar la ley de adopciones, simplificándola, incentivando la búsqueda de la mejor familia para cada niño y apoyando a las familias adoptivas. Debemos tener claro, que por mucho que avancemos en las instalaciones, no se encontrará un mejor lugar para un niño, que una familia que lo quiera.