Por: Jorge Peña Lucero, Comunicador Popular
Me preguntaba un amigo por qué escribía como comunicador popular, le respondí que como comunicador tenía que saber compartir lo que percibimos y veíamos en el diario vivir informando en forma escrita lo que descubrimos de una forma sencilla, para que las otras personas vean lo que uno ve y cómo uno lo ve, y como realmente sentimos, ésta es una de las facultades que tenemos los comunicadores para escribir, porque así nos nace y como somos libres, defendemos la verdad escribiendo o hablando con sinceridad y seguridad.
Al comunicar hay que hacerlo con humildad, entregando este servicio a la comunidad, como aporte a las organizaciones populares civiles. Puedo asegurar, por la experiencia que tengo como comunicador que entregar este servicio da una inmensa y maravillosa satisfacción. Las opiniones de los comunicadores son puntos de referencias para que la ciudadanía, se forme sus propias ideas acerca del acontecer diario.
Uno debe escribir y entregar al público lo que ellos puedan descubrir, en especial las historias que les rodean, que son nuestras propias historias y lo que en ella se expresa son las necesidades que tiene la gente, las que requieren de esfuerzos rápidos para que buenas soluciones y de esta forma se puede construir una sociedad mejor.
Los comunicador tenemos grandes sueños, vivir en una comunidad con gente de todas las edades, mujeres, hombres y niños que sepan de “la vida real”. Que reconozcan en primer lugar a las personas, en que las estructuras y las obras estén en función del equilibrio, del desarrollo, del crecimiento de todas ellas, en que la igualdad sea reconocida y acentuada por todos los medios y que los privilegiados sean: las familias con menos recursos, los niños, los jóvenes estudiantes, los enfermos y los adultos mayores y así llegar a vivir en una comunidad en que todos nos respetemos y en la cual todo permita ser discutido con palabras sinceras, sin temor a la verdad, ya que la verdad puede incomodar pero no humillar, con esa verdad que cura, aunque sea con dolor , esa verdad que libera.
Me pude dar cuenta que la comunicación es una experiencia cotidiana de todas las personas, y que cuando nos comunicamos nos estamos vinculando y haciendo saber lo que sentimos y anhelamos, compartiendo e intercambiando tristezas y alegrías, ideas, certezas e interrogantes, por lo cual la comunicación está vinculada a la formas de percibir, entender, imaginar y actuar que tenemos las persona.
La globalización de la comunicación, está provocando que nos preocupemos más por lo que suceden a miles de kilómetros en el mundo y estamos ciegos antes lo que sucede en nuestra ciudad. Por eso como popular buscamos escribir o hablar de lo que vivimos aquí día a día de la manera más sencilla y real.