Por: Dr. Denis Panozo V.
Más allá de las diferencias culturales, económicas y sociales que existen en nuestro planeta, todos los actos que el ser humano que realiza en este mundo tienen un objetivo en común, por lo general insatisfecho,” la búsqueda de la felicidad.”
No es imprescindible tener una vida a todo lujo para poder saborear la felicidad, ya que para alcanzarla no es necesario siempre obstener lo que uno desea.
La dificultad de experimentar este estado de ánimo tan particular, que podría definirse como un sentimiento constante de que la vida en general tiene un significado y es agradable, constituye posiblemente la máxima de las frustraciones que enfrenta la sociedad actual, circuntancias que nos empujan en muchas oportunidades a la depresión y la angustia.
No es imprecendible comprar o tener autos, mansiones elegantes, darse unas vacaciones a todo lujo para poder probar el sabor de la felicidad. Está demostrado que la riqueza material no motiva, al menos por si sola, una sensación de complacencia por la vida propia y de los semejantes sino que, por el contrario, genera una situación nada saludable de competencia y rivalidad.
La experiencia demuestra que quienes están a gusto consigo mismo son menos endebles a los inevitables reveses y luchas que propone la vida. El más alto indicador del placer por la vida no está radicado en la familia, los amigos o la riqueza económica, sino en uno mismo, gustarse a si mismo, sin caer en el narcisismo, parece fácil pero para alcanzar un sano y verdadero sentido del yo, deben tenerse metas realistas, ya que el no lograrlas suele tener gusto a fracaso.
Tome el control de su propio destino, está demostrado que un gran porcentaje de la gente que domina su vida y se siente satisfecha consigo misma tiene un positivo sentimiento de felicidad.
Espere siempre lo mejor, la gente feliz está llena de esperanzas y tiene un espíritu positivo que se impone a los altibajos de la vida. Está demostrado que estas personas se enferman menos y cuando lo hacen, se recuperan más pronto y con mayor fuerza que los pesimistas.
Hay que ser extrovertido, es decir ser alegre y positivo, ser dichoso, es decir disfrutar cada momento aunque no cumpla los requisitos de ser grandiosos. Hay que demostrar siempre que uno goza todas las cosas o situaciones del día a día.
Las relaciones afectivas son muy necesarias e importantes, por diversas razones, los nexos estrechos con otras personas se traducen en una mejor salud y proveen una válvula de escape para los sentimientos de dolor, dan alegría y permiten compartir con nuestros semejantes en armonía y comodidad.
Es necesario para tener energía y estar vital, alegre y pletórico de felicidad, es tener un buen sueño, por lo cual debemos cuidar de tener el reposo adecuado y no agregar tóxicos a nuestro cuerpo,(el tabaco, alcohol y las drogas).
