Gustavo Cruz de Moraes, gerente general de Natura Chile
En época de pandemia y confinamiento el rol del padre se ha intensificado. Un papá que está en casa hoy no es el mismo papá que salía hace algunos meses a trabajar diariamente. Hoy el papá cuenta con la posibilidad de participar de aquellas tareas domésticas que, en condiciones “normales” e históricamente llevaba la mamá, motivo por el que hoy somos parte más activa de la crianza de los hijos.
Dicen que papá es el que cría, más allá de la genética que lo una a un niño. El hombre se convierte en padre cuando es capaz de entregarle a sus hijos lo que más necesitan en cuanto a afecto y generar un vínculo de amor, contención y seguridad, lo que se traduce a la larga, en confianza en sí mismos.
En tiempos de cuarentena, ese amor se refleja en el tiempo y atención que por las condiciones en que nos encontramos eres capaz de entregar, porque se hace más palpable, más visible para nuestros hijos. Se habla de una complicidad mayor, que pone a prueba aquel rol que queremos asumir frente a ellos, la corresponsabilidad a pleno.
El desafío es constante para saber aprovechar estas circunstancias, teniendo la actitud y flexibilidad suficiente para diversificar los roles y sacar ese padre que existe en cada uno de nosotros, pero que por lo general, se sumerge en la vida laboral fuera de casa y que, en muchos casos, aún descansa en la preocupación y ocupación de la madre.
Existen padres que por el contexto están lejos. Son mayores, deben y debemos protegerlos, por encontrarse en edad de riesgo. Pero todos debemos contar con la fortaleza y demostrar nuestro amor como hijos, aceptando y velando porque esta situación se mantenga por su seguridad. Contamos con la tecnología para poder comunicarnos y sobrellevar este distanciamiento físico de mejor manera, de una manera más espiritual.
Hay quienes se han convertido en padres, estando en confinamiento. En Natura, desde hace un tiempo decidimos extender las licencias de paternidad hasta 40 días a partir del registro de nacimiento de su hijo, porque sabemos que la participación conjunta de los padres genera un impacto positivo en el desarrollo cognitivo y apego que requiere el niño para desarrollarse en toda su vida. Y con este escenario confirmamos, que resulta aún más necesario extender este período, en donde las personas nos necesitamos para sobrellevar estas circunstancias, más aún ante la llegada de un nuevx integrante.
Hoy quiero saludar a todos quienes son padres, madres que cumplen el rol de ambos y familias homoparentales donde hay dos padres o dos madres y a todos aquellos a quienes les dicen “papá”, y que independiente del lazo sanguíneo, se han sumado a la linda, pero también difícil labor de la crianza. Son tiempos difíciles, inéditos, pero sabemos que cada persona es un mundo y en este período de confinamiento, lo que pasa en cada mundo, importa. ¡Feliz día PAPÁS!