Dr. Denis Panozo Villarroel
Las consecuencias de un ritmo de vida acelerado y cada vez más circunscrito al trabajo y a cumplir con expectativas de consumo ilimitadas, someten a los individuos a un alto nivel de estrés que suele “pasar la cuenta” a las relaciones afectivas y más específicamente, a la pareja. Esta necesidad actual de consumir artículos cada vez más desechables, se ha traspasado a las relaciones humanas, ya que ahora hasta el matrimonio es desechable, en el sentido que ha la primera pelea se separan, lo que muestra claramente que el compromiso de ser pareja no es asumido en toda su magnitud, descuidándose los espacios de intimidad que fortalecen a la pareja y ayudan a enfrentar los múltiples desafíos de la vida moderna.
La educación y el tiempo dedicado a los hijos, también son factores que influyen en la crisis de pareja, especialmente cuando están en etapa de crianza y son completamente dependientes de los padres. En este periodo, el matrimonio le resulta difícil tomarse un tiempo a solas y suelen postergar a la pareja por su rol de padres. Es fácil caer en ser sólo papás y es ahí cuando comienzan las crisis y las insatisfacciones personales, como mujer o como hombre, porque no tienes a tu pareja al lado,” tienes a la mamá de tus hijos o al papá de tus hijos “. Para paliar estos efectos lo ideal es que las parejas se tomen su tiempo, deberían destinar espacios diarios o fines de semana, en que puedan estar en contacto, y olvidarse que son papás por un momento, esto alimenta la relación y permite enfrentar de mejor forma las crisis por la crianza y las otras tareas como jefe de familia, como madre, como padre.
En este contexto y explicado por las difíciles condiciones de vivir en grandes ciudades, se ha vuelto cada vez más común tomar vacaciones a mitad de año o viajar los fines de semana a la playa más cercana. Sin embargo, este tipo de actividad aún no es lo suficientemente común y en parte a esto responden las tristes estadísticas que sitúan a Santiago entre las ciudades con mayores índices de depresión en el mundo.
Por esta razón, siempre recomiendan además de tomarse las vacaciones de verano, en familia que la pareja aprenda a darse espacios de intimidad, y ojalá “arrancar” de vez en cuando a algún lugar que les permita desconectarse de todo, esto facilitaría la convivencia y la comunicación en la pareja.
Por último, con respecto a las aprensiones de las parejas por dejar a los hijos solos un par de veces al año, no hay que sentirse culpable, porque los hijos van a estar mucho mejor si Uds. como pareja, y por lo tanto como personas y como papás, están tranquilos, armónicos y con una buena relación. Además a los niños les sirve para aprender que va a llegar un momento en que no van estar con los papás, les ayuda también para su autodeterminación, para ir formándose como personitas independientes.
