La preocupación del presidente del Comercio por el caso ocurrido en The Rainbow
Preocupados quedaron los comerciantes andinos luego que quedaran en libertad los dos delincuentes que la mañana del domingo fueron sorprendidos y detenidos por Carabineros de la Tercera Comisaria en momentos que robaban en la pastelería, panadería y salón de eventos The Rainbow, de calle Manuel Rodríguez N° 463, los que si bien fueron condenados solo deberán cumplir la pena impuesta con medidas sustitutivas.
Como informamos en nuestra edición de ayer, alrededor de las 7:00 horas M.A.V.V. (37) y C.R.E.G. (33) entraron al local luego de forzar y levantar una cortina metálica del sector pastelería, además de quebrar el vidrio de un ventanal, en donde se estaban apropiando de dinero y buscaban otras especies, instante en que se hizo presente una patrulla de la policía uniformada al ser alertados en forma anónima del robo que se estaba cometiendo, siendo arrestados los dos antisociales cuando trataban de darse a la fuga escalando un muro del patio.
Los dos imputados fueron puestos a disposición del Juzgado de Garantía, donde el fiscal Osvaldo Basso los formalizó y requirió en procedimiento simplificado por el delito de robo en lugar no habitado, en virtud a la Ley de Agenda Corta Antidelincuencia, oportunidad en que la magistrado Carolina Encalada sentenció a cada uno a 50 días de prisión en su grado máximo, que el primero debe cumplir con arresto domiciliario nocturno y el segundo con 66 horas de prestación de servicios a favor de la comunidad.
“CARABINEROS ESTÁ EFECTUANDO EL TRABAJO”
Al respecto, Marcos Eriza Herrera, presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Los Andes, lamentó dicha determinación al ser una mala señal hacia la comunidad y mantiene el temor de que los comerciantes vuelvan a ser blanco de los mismos ladrones.
“Carabineros está efectuando el trabajo, su reacción ha sido oportuna al llamado de una persona que avisó que estaban robando en el local comercial y si se les pilla in fraganti adentro del local comercial, esa gente no debería quedar libre y más aún si tienen antecedentes”, fustigó el dirigente.
LLAMADO A PARLAMENTARIOS Y AUTORIDADES
Al mismo tiempo apeló a los parlamentarios “para que hagan leyes para proteger a los ciudadanos que trabajamos, a los que aportamos y pagamos impuestos, más allá de darle garantías a los delincuentes”.
También llamó a las autoridades de justicia, provinciales y comunales para que se preocupen de esta situación “y vean donde está el cabo suelto para que el sistema funcione, ya que la idea es que todos sumemos fuerzas para que esta sensación de inseguridad y de impunidad no quede así, y que también la gobernación y el municipio se hagan parte de ver estos casos para velar por el bien común y la seguridad pública”.
Expresó que este tipo de medidas sustitutivas son un costo muy bajo que se impone a quienes son sorprendidos cometiendo un delito de esta naturaleza, “ya que lo óptimo es que no sean formalizados por robo frustrado y queden privados de libertad, porque claramente no están teniendo consecuencias”.
“EN ALGUNOS CASOS CASI LOS HACEN QUEBRAR”
Eriza hizo notar que además del robo, que en algunos casos es por un avalúo menor, los propietarios víctimas sufren importantes daños “¿y quién responde por eso?, entonces hay que ponerse en el lugar de los comerciantes, ya que muchas veces les provoca realmente un perjuicio mayor porque no tienen la situación económica para afrontarlo y a algunos casi los hacen quebrar”.
CÁMARAS DE SEGURIDAD Y ALUMBRADO PÚBLICO
Ante el actuar de la delincuencia, el presidente de los comerciantes andinos insistió en el proyecto de las cámaras de seguridad en el sector central y espera que antes de fin de año puedan ser instaladas, “ya que vendrán a aportar para que, por último, no se pille a los delincuentes cuando estén dentro de los negocios, sino que cuando estén forzando candados, cortinas metálicas o puertas de nuestros locales, así también escalando paredes o trepando árboles para entrar por los techos”.
De igual modo instó al municipio a preocuparse del alumbrado público y ornamental, de manera que sea un elemento disuasivo para la comisión de robos. “Hay sectores en que hay postes y luminarias, pero no están encendidas”, acotó.