Que se inician este fin de semana con Domingo de Ramos
El Obispado de la Diócesis de San Felipe informó que las celebraciones litúrgicas de Semana Santa, que se iniciarán este fin de semana con el Domingo de Ramos, serán sin feligreses debido a la contingencia por la pandemia de Coronavirus.
Así quedó establecido el miércoles 25 de marzo por parte de la Congregación para el culto divino y disciplina de sacramentos, que emitió un decreto sobre el modo de proceder durante los días que se vienen y dado que la fecha de la Pascua no puede ser trasladada.
En atención a las restricciones sobre las reuniones y la movilidad de las personas, dicho decreto pide que los obispos, administradores apostólicos y sacerdotes “celebren los ritos de la Semana Santa sin la presencia del pueblo y en un lugar adecuado”.
Por tal motivo, el Obispado reiteró que se mantienen las celebraciones sin la presencia de fieles, procurando que éstos puedan valerse de los medios de comunicación para participar de las celebraciones en vivo y no grabadas; los sacerdotes procuren celebrar los ritos de la manera más digna posible de forma privada uniéndose en intensión al pueblo santo de Dios, para los sacerdotes que están transmitiendo las celebraciones vía online y a través de medios de comunicación, procuren que los fieles conozcan los horarios para así poder seguirlas de forma solemne y piadosa; y como Diócesis ofreceremos algunos subsidios para que los días santos sean una instancia de oración y reflexión y puedan vivirlos de manera personal o familiar.
Debido a la forma en que este año se vivirá la Semana Santa por parte de la iglesia católica en Chile y Aconcagua, el padre Cristóbal Miranda Vilches, maestro de las Celebraciones Litúrgicas, invitó a la comunidad “a vivir estos días en reflexión y en familia, respetando lo que las autoridades sanitarias nos indican. Será una Semana Santa distinta, quizás es la oportunidad para valorar y fortalecer nuestra fe desde otra perspectiva. El encuentro personal con el Señor, la oración en familia, la unidad en la iglesia que se conmueve y ora al Señor por la pandemia que azota nuestra casa común, reconociendo que somos frágiles y la invitación es a poner a Cristo en medio de nuestra vida”, indicó.
El llamado es a unirse durante estos días “a todo el pueblo de Dios con la oración y conscientes que permaneceremos por algún tiempo lejos, pero como iglesia seguimos unidos en el Señor sin perder nunca la esperanza que la vida siempre vence a la muerte”, expresó el sacerdote.
