Ayer se efectuaron las exequias de Claudio Ramos Vargas, vecino de Calle Larga.
El Servicio Médico Legal (SML) de San Felipe, a través del respectivo examen de autopsia, ratificó que fue un infarto agudo al miocardio el que provocó la muerte de Claudio Antonio Ramos Vargas, de 44 años, conocido por su apodo de “El Gato”, quien falleció la mañana del viernes en un escaño de la Plaza de Armas de Los Andes, ubicado por el costado de calle Esmeralda y próximo al odeón.
Si bien en un primer momento se señaló que era una persona en situación de calle, con el paso de las horas se confirmó que tenía domicilio en el sector de La Pampilla en la comuna de Calle Larga en donde vivía junto a su mamá.
Era habitual verlo todos los días en distintos sectores de la ciudad de Los Andes, como en las avenidas Santa Teresa, Argentina, Carlos Díaz, por las calles del centro, en el frontis de locales comerciales y en el mismo principal paseo público.
El hallazgo del cuerpo sin vida movilizó a Carabineros, la Policía de Investigaciones (PDI) y el SML que efectuaron las correspondientes diligencias, lo que generó la expectación y el pesar de familiares, cercanos y quienes le conocían.
Al respecto, el comisario Marcelo Lazen, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI Los Andes, indicó que se recibió un llamado telefónico en el servicio de guardia por parte de una persona que informó que en Plaza de Armas se encontraba una persona fallecida.
“Personal de esta brigada concurrió al lugar estableciendo que se trataba de un hombre y al constatar la muerte se determinó que no presentaba lesiones atribuibles a terceros”, agregando que conforme a los antecedentes recopilados “temprano en la mañana se le vio deambulando en la plaza y después una persona encargada del aseo público se acercó a conversar con él percatándose que no respondía y se encontraba con baja temperatura corporal, por lo que a raíz de ese motivo llamó al servicio de guardia de nuestro cuartel”.
Por su parte, la señora Ruth Vargas, madre de Claudio, profundamente afectada por la muerte de su hijo, señaló en el lugar que momentos antes había concurrido a un banco y a una farmacia “cuando de repente vi a la PDI y algo escuché a unas señora que hablan de ‘El Gato’, por lo que me acerqué, ya que anoche (jueves) no llegó a la casa, y les pregunté quién había muerto, y me dijeron que un joven que le dicen ‘El Gato’, entonces les señalé que era mi hijo”.
Comentó que fue minero y lo apreciaban mucho los contratistas, pero después empezó a ingerir bebidas alcohólicas “y por eso a veces iba para arriba y lo devolvían”.
Indicó que este año comenzó a sufrir ataques de epilepsia y fue al doctor quien le dio un tratamiento a seguir. “No tenía conocimiento que tuviera problemas al corazón, pero pudo haberle dado porque a veces tomaba y lo hacía con las pastillas, ya que no tenía conciencia de que no debía hacerlo”.
El velatorio de Claudio Ramos Vargas se efectuó en la Parroquia Nuestra Señora de La Merced de Calle Larga, donde a las 12:00 horas de ayer se ofició la misa por el eterno descanso de su alma y seguidamente el funeral en el Cementerio Parque La Oración en Auco, siendo despedido por sus familiares, vecinos, amistades y cercanos.