Por: Dr. Denis Panozo Villarroel
Deambular en lo más profundo de la noche sin tener conciencia de ello y nada recuerda al despertar. Así es sonambulismo, un trastorno del sueño que afecta o afectará, al menos una vez en su vida, a más del 10 % de toda la población.
Con la voluntad consciente adormecida, se incorporan de sus camas, abrirán los ojos e incluso deambularán fantasmagóricamente por su hogar. Por lo cual algunos se pueden lesionar en estos paseos nocturnos, pero increíblemente no recordarán nada cuando despierten.
Los sonámbulos son presa de una de las parasomnias, una categoría de trastorno del sueño, más singular y extendida. De hecho se calcula que de una cada diez personas ha experimentado mientras duerme, al menos una vez en su vida, los síntomas de un fenómeno de sonambulismo. Este dato es aún mayor en los niños entre 3 y 10 años, sufren un episodio ocasional hasta 30 %.
La hipótesis más aceptada considera que el sonambulismo es solo un trastorno del despertar, es decir que pasan bruscamente del sueño profundo a un estado más superficial, este hecho produce una dramática disociación entre el sistema motor y la conciencia que desencadenaría el fenómeno, principalmente durante en el primer tercio de la noche.
Hay episodios en los que también pueden darse casos de Somniloquia, es decir hablar dormido, duran algunos minutos pero pueden prolongarse por media hora. No obstante en los niños, este fenómeno no implica agresividad hacia los demás.
A lo largo de la historia los sonámbulos fueron demonizados, sospechosos de estar en contacto con fuerzas ocultas e incluso tomados por locos, actualmente sabemos que nada de esto es cierto.
