Diana Rojas, académica Escuela Nutrición y Dietética U. Andrés Bello
Actualmente, los alimentos se han convertido no solo en una fuente de energía, sino que también en una fuente de compuestos biológicamente activos que favorecen el estado de salud favorable. En este contexto, existen alimentos que ayudan a combatir procesos alérgicos, pues contienes sustancias que actúan directamente en el organismo previniendo o disminuyendo síntomas de las alergias.
Precisamente, el té verde ha tomado mucha importancia en este ámbito debido a sus propiedades benéficas en el organismo.
Este producto es una fuente de agentes efectivos anti-alergénicos, principalmente, por el compuesto bioactivo: el EGCG, al cual se le han asignado nuevas propiedades, además de su capacidad antioxidante. Recientes estudios han demostrado que el EGCG posee capacidad antihistamínica al inhibir la producción de histaminas y de inmunoglobulina E, esta última está involucrada en la respuesta alérgica.
Tomar diariamente 2 ó 3 tasas, puede empezar a producir efectos beneficios visibles, pero según las últimas investigaciones han demostrado que el consumo de 10 tasas (cerca de dos litros y medio) diarios pueden ocasionar efectos secundarios como insomnio ocasionado por la cafeína contenida en el té.
