Por: Mauricio Navarro Salinas.-
Recuerdo con claridad aquellos años, entre adolescencia y juventud, era a los inicios de los 80 (muchos vivimos intensamente esta época) junto a otros monitores nos encargábamos del CEVA (como los que realizan también hoy en Los Andes) y que organizaba la Parroquia en que participaba, destinado a formar y dar entretención a muchísimos niños y niñas durante las vacaciones de verano, principalmente niños y niñas de familias vulnerables. Al principio solo miraba pero paulatinamente aprendí de juegos y dinámicas, las que posteriormente serían mi responsabilidad. En la infancia todo se aprende jugando, los conocimientos teóricos pero también el amor a Dios, a la familia, la solidaridad y la responsabilidad. La ONU en su declaración de los derechos del Niño del año 1959 en el mismo numeral del derecho a una educación gratuita consagra el derecho a las «actividades recreativas», dando valor a este derecho esencial de niños y niñas … el derecho a jugar, el derecho a aprender jugando.
En este verano en Los Andes son más de cien niños y niñas, hijos de madres trabajadoras (en su mayoría temporeras) los que son acompañados y formados por monitores y monitoras de un gran corazón y mucho compromiso, durante todo el día y de lunes a viernes. Es algo parecido al CEVA pero como programa de Gobierno, por eso al visitarlos hace un par de semanas recordé la imagen de aquellos años de juventud y … entonces … junto a otras dinámicas que realizamos les enseñé el «aplauso del amor» que comparto con ustedes en la convicción que de vez en vez vale la pena volver a ser niños: … 1, 2, 3 … m… m… (con las manos juntas al lado de la mejilla izquierda) … 1, 2, 3 … m… m… (con las manos juntas al lado de la mejilla derecha) … 1, 2 , 3 … m… m… (manos cruzadas sobre el pecho) … 1, 2, 3 … m… m… ambas manos en los labios enviando un beso enorme a la mamá, al papá y a cada integrante de la familia.
Este programa lo ejecuta el Municipio en virtud de un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social e incluye alimentación, piscina, visita a los juegos de agua, dinámicas, y formación a través de talleres de arte y deportivos.
Sin embargo, hay algo que me preocupa mucho y es el hecho que una inmensa mayoría de niños y niñas, con independencia de la condición social de su familia, hoy desperdicia en Los Andes este tiempo precioso de vacaciones entre la televisión, el computador y/o el celular, por lo cual se transforma en mi misión y compromiso el contar con una mayor oferta de talleres de arte y cultura que las que actualmente tenemos, mas talleres de formación deportiva, y quizás escuelas de verano, solo así este «derecho a jugar» será una realidad para todos los niños y niñas de Los Andes.
Durante el Primer Congreso de Municipios por la felicidad desarrollado en el año 2014, en la búsqueda de un paradigma que busca cambiar los fríos conceptos de rentabilidad financiera (para el sector privado), o rentabilidad social (para el sector público) el alcalde de Quillota Luis Mella, planteó una idea que en esa ciudad han venido desarrollando desde hace rato … la «rentabilidad humana» … esto es la «búsqueda de la felicidad real y profunda de cada persona como objetivo de las políticas públicas». La primera constatación es que lo que todos queremos … de una forma u otra … y desde la más tierna infancia es «ser visto» … que nos miren …, pero no cualquier mirada sino aquella que significa «eres importante», «eres valioso(a)», aquella que dice «te quiero». Mirar al otro es … llamar a cada persona por su nombre. En estos días los monitores y monitoras han llamado a cada niño y niña por su nombre, les han dicho permanentemente que son lo más valioso, les han transmitido alegría y entusiasmo, los han valorados esencialmente … y ellos sin duda también lo repetirán en sus casas, y … luego, mirando con ternura a su mamá, papá, abuelo y abuela, hermanitos, les regalarán el aplauso del amor … y con ello le dirán a cada uno … «Te quiero»
TENEMOS QUE HABLAR. 1, 2, 3 … m… m…
