TENEMOS QUE HABLAR!! Nuestros Adultos Mayores, una vida con sentido

TENEMOS QUE HABLAR!! Nuestros Adultos Mayores, una vida con sentido

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Por: Mauricio Navarro Salinas

No cabe duda que en nuestra ciudad y en nuestro país son cada vez más las personas adultos mayores. Así lo indican todas las estadísticas.

Pero ¿qué pasa cuando envejezco? Los sentidos paulatinamente comienzan a deteriorarse, ya no veo como lo hacía antes, comienzo a utilizar lentes; ya no corro como lo hacía años atrás, ahora camino; aparecen dolores musculares; también la memoria ya no funciona igual que en la juventud; las enfermedades comienzan a estar más presentes en la vida diaria… etc. En general se entiende que la vejez conlleva una disminución de las capacidades físicas y mentales, un deterioro de la salud y de la calidad de vida.

En materia de políticas públicas, existen fundamentalmente dos preocupaciones, la primera tiene que ver con la salud, aspecto critico de los adultos mayores, la cual es abordada directa o indirectamente por el Estado Central, y la segunda relativa a su inserción comunitaria, la cual es asumida principalmente por los Municipios a través de acciones necesarias, pero con un claro contenido paternalista, se trata por ejemplo: de los paseos de adultos mayores, de las onces, de las subvenciones para actividades de los clubes de adulto mayor, de las celebraciones masivas.

Esta semana fui a visitar a mis padres, ambos adultos mayores de más de 75 años. Mi papá ha estado trabajando mucho en casa estos días, y me tenía muy preocupado pues su salud este último tiempo no ha sido buena. Al llegar, con orgullo me muestra una serie de muebles que había construido con puro material reciclado, por ejemplo con la estructura de una estufa Fenza de hace muchos años y con madera reutilizada había hecho una cómoda muy bonita y de una gran calidad, como recién salida de fábrica. Conversamos harto y una de las cosas que me dijo entusiasmado fue: «te puedo diseñar un taller de reciclado, para que lo implementes en Los Andes» obviamente lo comprometí con ello, pero me dejó pensando..

Pareciera que no solo se trata de la necesaria preocupación por la salud, o de políticas paternalistas de inserción comunitaria hacía nuestros adultos mayores, sino de algo mucho más profundo y que tiene que ver con el sentido de la vida. Se trata del ¿para qué estoy aquí? y para quienes tenemos el don de la fe es la pregunta ¿qué quiere Dios de mí hoy? Son estas interrogantes que nos formulamos en la juventud, en el discernimiento de nuestra vocación, pero también cuando adultos y sin duda, cuando adultos mayores.

En las antiguas civilizaciones, junto al poder político, existe una autoridad mayor, que es la de los ancianos, en ellos estaba la sabiduría, derivada de la experiencia de toda una vida, pero además de su cercanía a Dios. ¿Por qué en estos días prescindimos de esta sabiduría tratando a los adultos mayores como niños chicos? ¿Por qué nuestros adultos mayores permiten se les trate de esta forma? …

Es cierto que hay personas adultos mayores, que no son autovalentes, y ahí deben estar nuestras manos sosteniéndolos, pero hay muchísimos otros y otras que aún tienen mucho que aportar: a su familia, a su comunidad y a su sociedad, caminando cuando antes corrían, pero con el tesoro preciado de su sabiduría.

Mi desafío es que desde el Municipio les generemos las oportunidades, los espacios y las estructuras para que puedan ser ese aporte que renueve permanentemente la razón de ser de sus vidas, pero teniendo presente que son ellos y ellas los primeros llamados a descubrir que aún tienen mucho que entregar, y que en esa entrega serán felices.

TENEMOS QUE HABLAR. Nuestros Adultos Mayores, una vida con sentido.

Adultos...

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