Por: Alejandra Riveros Martínez, Escuela de Publicidad, Universidad Central.
¿Se podría asegurar como un verdadero ‘axioma’ que el silencio tiene un valor comunicacional poderoso? Cuando ya está todo dicho en Estados Unidos y se han declarado los más diversos pronósticos sobre lo que viene en el futuro, resulta pertinente recordar lo que dijo Elisabeth Noelle-Neumann en 1977, cuando declaró la llamada teoría ‘Espiral del Silencio’. Esta perspectiva ligada a las ciencias políticas y la comunicación, afirma que en escenarios electorales, como el vivido recientemente, el silencio puede darnos una gran sorpresa, donde las probabilidades ya no tienen espacio, sino que el único protagonista es el voto en el más absoluto de los secretos. Es una teoría que nos recuerda en gran manera el poder del control social y el dominio de los medios de comunicación sobre los comportamientos de hombres y mujeres, específicamente en escenarios electorales.
En este contexto, ¿por qué muchos analistas de diversos sectores y a escala mundial se sorprendieron por el triunfo de Donald Trump? Si bien las explicaciones pueden ser múltiples, diversas encuestas y sondeos erraron en una tendencia que parecía más favorable a la candidata demócrata, Hillary Clinton. Sin embargo, tal como se asegura en la perspectiva teórica de la ‘Espiral del Silencio’, muchos votantes en el escenario previo del momento de la verdad, simplemente callaron y no revelaron su predisposición política. Y es que no era fácil para aquellos seguidores ocultos de Trump, asegurar en momentos anteriores del pasado 8 de noviembre, que eran partidarios de su figura. Al contrario. Afirmar la inclinación hacia el candidato ‘republicano’, podía ser motivo de un rechazo colectivo, ya que ser seguidor de la figura de Trump implicaba asumir un costo antes de tiempo, cargado de posibilidades de aislamiento por presentar una posición opuesta a lo que las tendencias aseguraban y a lo que los propios medios de comunicación difundieron.
La ‘Espiral del Silencio’ evidencia que detrás de un grupo de votantes, muchas veces se presenta un sentir generalizado de temor por querer evidenciar públicamente una tendencia que no está de acuerdo con ‘lo aceptable’ a nivel social o con aquello que legitima la llamada opinión pública. Así, el triunfo de Trump viene a recordarnos que el silencio está más presente que nunca dentro de nuestro actual contexto, lo que pudiera complicarnos para conocer el real sentir de una población y de palpar auténticamente lo que la sociedad necesita, anhela y espera.
Considerar el silencio puede ser siempre una estrategia válida. Ver el silencio, nos da la oportunidad para empezar a escuchar de verdad lo que se está gritando de manera ‘soterrada’. Esto necesariamente nos exige estar más atentos, ya que lo que “se dice” no siempre puede ser un discurso fehaciente, sino que está compuesto de muchos elementos intangibles que solo algunos pueden lograr distinguir.
Tal como en esta elección norteamericana, el silencio puede darnos una gran sorpresa, ya que es una realidad factible en nuestros contextos más locales. No es muy irrisorio entonces, poder presenciar en Chile un posible efecto Trump, con una importante cuota de ‘Espiral del Silencio’ en las próximas elecciones del 2017. Y ante ello, desde ya, vale la pena estar muy atentos.