La meta era llegar a una incidencia de 5 casos por cada 100 mil habitantes al 2020, pero aún estamos lejos. ¿Cuáles son los factores de riesgo que impiden bajar la aparición de nuevos contagios?
No existe otro mecanismo de control y erradicación de la tuberculosis que no sea la pesquisa precoz y la vacunación a los recién nacidos, que forma parte del programa nacional de inmunizaciones (PNI). Si bien en el mundo el combate de esta enfermedad se encuentra en distintas fases de desarrollo, en Chile ha habido un estancamiento en el descenso que se venía registrando en los últimos años, lo que amenaza el cumplimiento de la meta de tener menos de 5 casos por cada 100 mil habitantes al año.
Actualmente, la incidencia de esta enfermedad en Chile es de 14 mil casos por cien mil habitantes y se observa una concentración cada vez mayor de los casos en territorios y poblaciones de riesgo.
Claudio Figueroa, académico del departamento de Ciencias Biológicas y Químicas de la Universidad San Sebastián menciona que se ha producido un rebrote en ciertos lugares del mundo y muchos de estos casos son fármaco-resistentes al tratamiento convencional. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la tuberculosis como una enfermedad reemergente.
“La cepa es de difícil tratamiento y no son muchos los antibióticos que hay, principalmente se usa Isoniazida y Rifampina y otras dos drogas más”, dice el académico.
Enfatiza que el cambio climático y otras condiciones ambientales favorecen la presencia de enfermedades respiratorias que son altamente contagiosas. Además, Figueroa recalca que la gente se ha olvidado que la tuberculosis es una patología compleja y que hace 100 años era la tercera causa de muerte en el mundo.
El académico sostiene que probable que no se vaya a lograr esta meta porque en los últimos años el descenso ha sido leve e incluso se han registrado muertes. Con ese ritmo es difícil que exista una tasa de eliminación avanzada.
Al respecto, afirma que Chile es un país “súper ordenado con las vacunas, pero otras naciones de la región no tienen el mismo nivel de cobertura y sus tasas son bajas. Por eso, con el flujo migratorio se está generando una nueva fuente de llegada de tuberculosis”.
A esto se suma, que las tasas de vacunación en Chile, no han logrado superar el 90 por ciento para avanzar en la erradicación de la enfermedad, pese a la gran trayectoria y logros del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis. Y el control precoz se realiza a través de la vacuna BCG que está destinada para los recién nacidos y tiene una alta cobertura en el país.