Por: Nelson Venegas Salazar, alcalde de Calle Larga.
Para muchos la cordillera es una división natural con Argentina, sin embargo, el contacto con este país es fundamental para el comercio. Por lo mismo, el proyecto del Corredor Bioceánico Aconcagua, que contempla conectar la cordillera con los puertos de los océanos Pacífico y Atlántico, es una posibilidad de aumentar el comercio y dar una respuesta de excelencia al colapsado Paso Los Libertadores.
A pesar de lo anterior, esta importante iniciativa, que se convertiría en una oportunidad de aumentar la cantidad de carga que pasa por el actual paso fronterizo en 20 millones de toneladas para el año 2020 y 70 millones de toneladas para el 2050, quedó en nada. Y es que para lograr concretar esta gran obra, hace más de diez años ambos países manifestaron su interés por recuperar el Ferrocarril Transandino Central que corre por el paso Cristo Redentor, el cual une Los Andes con Mendoza. Esto se haría a través de la construcción de un túnel de baja altura.
Los trabajos del túnel contemplarían 52 kilómetros, los que permitirían un mayor desarrollo turístico y comercial, además de posicionar a nuestro valle como un lugar clave en la economía, tanto regional como mundial. Por lo mismo, la noticia que conocimos durante este mes de mayo no fue lo que se esperaba: Argentina suspendió el proyecto túnel ferroviario que lo unía con Los Andes para priorizar la construcción de Aguas Negras, que conecta San Juan con Coquimbo.
Este cambio de planes deja nuevamente a nuestro valle y nuestra región relegadas, con la economía y turismo dependiendo del clima que afecta al paso Cristo Redentor y sin novedad de retomar este importante proyecto. De este modo, se hace imprescindible que las autoridades correspondientes se sensibilicen de la importancia de este tema, reiniciando conversaciones con el gobierno argentino para concretar este anhelado sueño.
Como alcalde de Calle Larga creo que es posible que nuestro valle salga del anonimato y tome el lugar que le corresponde, que no solo quede como un territorio de paso, sino que se transforme en el corazón de grandes oportunidades, de gran desarrollo, que permita que todo el país reconozca que el cruce de la cordillera de Los Andes no solo se trata de traspasar fronteras, sino que de demostrar que la ubicación geográfica y las características naturales de nuestro valle no son impedimento para que surja y se convierta en el centro del comercio y el turismo a nivel nacional.
Por esto, humildemente, quiero convocar a todas las voluntades políticas de nuestro valle, sin importar partidos ni espacios en que se desarrollen, para que juntos podamos exigir, tanto a nuestras autoridades nacionales como a las autoridades argentinas la concreción de un proyecto que nuestro valle se merece.