Guillermo Zenteno, Presidente de Turismo Aconcagua.
100% de las empresas turísticas del Valle de la Aconcagua están desfallecientes.
• Bancos deben cambiar su tradicional análisis para otorgar créditos.
• Préstamos bancarios deben tener garantía total del Estado y resueltos junto a Sernatur.
• Cooperativas de Ahorro y Cajas de Compensación deben incorporarse como canales de crédito.
“En el Valle de Aconcagua la industria turística está agónica”, manifiesta el Presidente de la Asociación Gremial Turismo Aconcagua, Guillermo Zenteno Rivera, en conversación con nuestro medio de comunicación. Posicionada como la tercera actividad económica después de la minería y agricultura, hoy el turismo marca cero punto. “De ser una importante fuente de trabajo, hoy con un futuro incierto, es desechada por el sistema financiero que duda de su recuperación. Pero a pesar de todo ello, sus miembros, indica Guillermo Zenteno, están activos en la búsqueda de recursos para sostener ya casi nueve meses de agonía”.
¿Lo lograrán?
Los Andes y San Felipe con sus 10 comunas se empinaba hasta el año pasado a un estado de desarrollo muy superior a la realidad de la década pasada. “El crecimiento de la oferta hotelera, restaurantes, turismo de cordillera y rural junto a la artesanía, estaban siendo preferidos por una cada vez más numerosa concurrencia desde Santiago, el litoral y Mendoza”, dice el Presidente.
“Nuevos centros de recreación y turismo de montaña, incremento en la oferta de las termas, multiplicación de viñas con venta a público, un casino de juego con amplia oferta recreacional, festividades religiosas, entre otras actividades tradicionales e identitarias, unidas a nuestra insuperable naturaleza, cordillera diversa, aire limpio, luminosidad y paz, auguraban un destino cada vez más promisorio para la comunidad local. Pero después de la convulsión social de octubre pasado y la posterior pandemia todo ese futuro se descarriló tan sorpresivamente y con una fuerza destructiva sin parangón en todos los emprendimientos del Valle”, señala Zenteno.
Las observaciones expresadas por el Presidente de la organización gremial que agrupa 27 empresas locales, además de su dramática actualidad, dejan entrever también un futuro incierto para todo el sector. Ello lo demuestra en las respuestas a las preguntas siguientes.
RÁPIDA DESAPARICIÓN DE TURISTAS
¿Tan dramática es la situación de la oferta de servicios y productos turísticos en las dos provincias, Los Andes y San Felipe?
“Nuestros visitantes vienen principalmente de la zona metropolitana, de la costa y de las provincias de Cuyo, Argentina, los cuales empezaron a declinar a partir de noviembre del año pasado. Siempre hemos mantenido un flujo mensual de turistas muy constante que en el verano se incrementa por el atractivo de nuestra naturaleza, el clima, la oferta diversa y generosa, y por nuestra variada gastronomía, lo que este verano no sucedió. Todo se derrumbó a una velocidad que no imaginamos. El desorden social de Santiago provocó temor en muchas personas lo que trajo la cancelación de las reservas de fin de año, la caducidad de los programas de las empresas tanto en lo vinculado a actividades de capacitación, como paseos sociales. Se sumó a ello, la pandemia como broche de oro”.
¿Fue tan fuerte esa realidad?
“Por supuesto, indica Zenteno, los turistas y visitantes no salieron de Santiago. El temor al regreso en medio de protestas y marchas anuló cualquier intento para visitarnos. Si a ello le sumamos el coronavirus con las dificultades de desplazamiento, la actividad se resintió brutalmente. Desaparecieron los clientes a pesar de que la oferta local se mantenía abierta. A partir de marzo la declinación fue abrupta. Cada socio de Turismo Aconcagua disminuyó su personal y con el correr de los días tuvieron que cerrar sus establecimientos. Cuando el Santuario de Santa Teresa dejó de recibir peregrinos, todo se acabó”.
¿Ya no existe oferta para los turistas?
Pero si los turistas desaparecieron. El toque de queda y las limitaciones en el desplazamiento de las personas apagaron toda nuestra oferta. Todo se acabó y así estamos hasta ahora.
UN DIFÍCIL ACCESO AL CRÉDITO
¿Los empresarios, como han podido sostenerse ante esta situación?
Los hoteles cerraron, las termas cerraron, los restaurantes cerraron, las viñas cerraron, el casino cerró y Santa Teresa, también. Los dueños utilizaron para sus trabajadores el fondo de cesantía y ellos mismos sus escasos ahorros”.
¡Qué panorama más desolador!
Ha sido peor que un terremoto o un tsunami y lo peor para los emprendedores, quienes en la búsqueda de recursos económicos para sortear esta situación no han encontrado muchas alternativas. Los Bancos en general, no han sido para nada receptivos para atender los requerimientos de las empresas. Importante es consignar que la mayoría de los emprendedores locales son PYMES, sin grandes espaldas económicas para asegurar las exigencias que le hacen las instituciones financieras. En general, la banca no tiene confianza de que nuestro sector salga bien parado de esta crisis. A pesar que el Estado ha destinado recursos con garantía estatal como el Fogape, los bancos no cursan los requerimientos económicos para el turismo. Argumentan que los peticionarios a través de sus carpetas tributarias e Ivas no alcanzan las exigencias de los “Comités de Riesgo” de esas instituciones. Hoy muchos de ellos que no han tenido ingresos por varios meses están en situaciones extremas, próximos a perder el fruto de muchos años de trabajo, incluso de generaciones de esfuerzo”.
SE NECESITA UN ESTADO MAS COLABORADOR
Pero, ¿Usted ve la luz al final del túnel?
“En la situación actual NO. La gran mayoría está próximo a una crisis final. Sólo cuando el Estado cambie su política y garantice el 100% de los créditos para el turismo. Que destine recursos especialmente al sector. Que en el análisis de los créditos cuenten con profesionales que conozcan la industria. Que ellos aporten su mirada profesional respecto al turismo. Que se entienda que el turismo requiere recursos con por lo menos dos años de gracia en el pago de los créditos. Que se canalicen recursos, por ejemplo, a través de las cooperativas o cajas de compensación, que tienen una mirada más solidaria frente al cliente y allí con el aporte de la asesoría profesional, por ejemplo, de Sernatur se pueda ir abriendo una puerta que permita el tránsito de los emprendedores del sector. Los “Comités de Riesgo” de los bancos son el principal escollo. La política tradicional bancaria actual no sirve en esta época de pandemia. Se necesita un espíritu de más colaboración y solidaridad con el sector.
¿Con la realidad actual el turismo podrá sortear la pandemia?
“La situación actual exige medidas innovadoras. En estos últimos días pareciera que Corfo, Sercotec y Fosis van a canalizar nuevos recursos para sostener a la industria, esperamos que bajo criterios no tan economicistas. No debe olvidarse lo importante que es el turismo en la generación de empleo. Con poco dinero muchas veces se puede asentar emprendimientos generosos en contrataciones, por ello es importante allegar financiamiento para sacar a industria de la actual paralización y disponerla para su apertura completa que esperamos sea en el mes de noviembre”.
“Cuando se designó a Valparaíso, Patrimonio de la Humanidad, dice Zenteno, el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, destinó un préstamo especial de 50 millones de dólares a 30 años para fortalecer a la ciudad. ¿No puede la Región de Valparaíso gestionar uno igual para este momento crítico?”
Para el directivo de Turismo Aconcagua el momento exige acciones inmediatas que permitan sacar del colapso a todo el sector. “De no haber soluciones en el corto plazo, la ruina del turismo del Valle de Aconcagua será total”, agrega finalmente el dirigente Zenteno.
