Por @rodrigosolo
Dejé pasar unos días. Pensé “esto debe ser cuenta parodia versus otra cuenta parodia”. Defino el concepto: parodia se refiere a una cuenta mentirosilla, lúdica, que ironiza siendo claramente un fake news.
Pero, y aquí esta el pero, twittlandia tiene una fauna poblada de personas buenas para los combos y escupos. Choros.
Todo nació porque me pregunté por mi patente del auto, y justo me encontré con un debate de alto calibre entre chicos millonarios. Les adjunto un print screen, en resumen uno le dijo al otro no me vengas a dar órdenes chiquillo imberbe (pero en idioma de ellos: coa de millonarios).
Yo ocupo el ‘on, pero con los años he restringido su uso, pa’ que no pelen luego que soy un mal hablado tutatumadre. Ahora bien, ¿cómo sacamos a estos niños del mundo de Bilz y Pap? Porque al paso que vamos ni ellos, ni los que nos representan aquí en Los Andes han hecho una marchita para que se ejecute luego su rebaja de sueldo.
Y yo urgido con la patente, porque no quiero partes ni líos con la policía. Pero seguro que estos hidalgos, como otros, están a full trabajando, cambiando domicilios para la elección del próximo año, poniendo al hermano en alguna asesoría directa, una cónyuge experta en asuntos legislativos y tanto más.
Debería ser candidato, tengo un manejo increíble de chuchadas, un acervo cultural maestro. O sea, me encanta andar contramarea, usar rompefilas, comer rico, y ganarme diez millones brutos (este mes tuve que pagarme en tres cuotas porque creo hay una pandemia y bajan los flujos).
Sí, es mi hora. Al fin podré tener poder y más seguidores en twitter y pasar mis horas legislativas con los dedos hinchados de tanto hincharle las pelotas a mis aliados y contendores.
¿Pa’ eso son los diputados o no? Me entró la duda por la concha de la lora.
Pd: busquen este célebre twitt.
La pelea se puso wuena,
….combos iban…combos venían