Por: Christian Fernandez, Hut Arquitectos.
Escalofriantes y grotescas imágenes son las que pudimos ver el fin de semana pasado en el renovado estadio de Playa Ancha Elías Figueroa. En directo pudimos ver como hordas de desadaptados saltaban al campo de juego con el objetivo de demostrar su enojo y superioridad a la barra contraria. Podríamos escribir horas sobre las detonantes de estas actitudes con una visión crítica, tratando de entender las razones por las cuales esta gente actúa como tal. No obstante, como arquitectos y basados en nuestro oficio nos hacemos otra pregunta…
¿ Y si no hubiesen existido las posibilidades para que estos bárbaros saltaran a la cancha? ¿Si algo se los hubiese impedido, estaríamos hablando de violencia?
En 1992, se inauguró el estadio Olímpico de Patria en Sucre, Bolivia. Pude visitar este estadio por razones universitarias, donde pude constatar algo sumamente interesante en el diseño. El recinto cuenta con un enorme socavón de alrededor de 2,5M de ancho por casi 3 de profundidad. Este zócalo separa la cancha de las gradas por el vacío que genera.
El estadio UNSA de Perú, donde hoy el equipo FBC Melgar las hace de local, a parte de su hermosa vista hacia una enorme montaña, también cuenta con una zócalo separador de la cancha y las gradas. Por este zócalo transitan algunas personas de seguridad o técnicos asociados al evento futbolístico.
Hablando técnicamente, este artilugio no genera costos asociados a su construcción mas que movimientos de tierra y revoques. Si se considera desde un principio en la etapa de diseño, su costo puede ser aún más reducido. La principal virtud de un zócalo es que en el diseño del estadio se puede prescindir de elementos verticales como rejas o muros, los cuales aparte de entorpecer la vista, tienen costos asociados elevados. Infértiles e infructuosos esfuerzos de separación podemos contar por miles, desde rejas aceradas hasta siúticos paneles de vidrio templado. Todos inservibles a la hora de contrarrestar la delincuencia.
Al hablar estadios de fútbol, existen ejemplos donde Bolivianos y Peruanos parecieran tenerla clara. Lamentablemente debemos muchas veces aprender de los errores que cometemos por lo que la enseñanza debe ser aplicada en situaciones futuras.
Una situación futura es el Estadio de San Felipe… No esperamos que se construya un zócalo, no obstante la reflexión es para compartirla.