Por: José Alberto López Álvarez, profesor de Castellano
Ya próximos a la celebración de una nueva Natividad del Salvador en el mundo cristiano occidental, siempre es bueno para el desarrollo del alma el meditar o concentrarse en algún hecho o situación no tan mundano y que de alguna forma nos sincronice con un real espíritu navideño. Gracias a Dios, más allá de las luces, regalos físicos, carreras desenfrenadas tras vitrinas comerciales, consumismo, stress, más allá de esta vorágine de mentiras de una verdad, se producen historias conmovedoras que constituyen mentiras verdaderas. Una de estas mentiras verdaderas fue lo sucedido recientemente a un niño de 7 años, en Reino Unido, que pidió al cartero que llevara una tarjeta a su papá en el cielo y obtuvo la más conmovedora respuesta que llena los ojos de lágrimas.
Todo comenzó cuando Jase Copland, un niño inglés de 7 años, le pidió al representante de correos del Royal Mail que le hiciera un favor y que le llevara una carta a su papá que está en el cielo; la fe infantil y la pureza de corazón conmovieron al cartero, quien contó la particular solicitud en la oficina postal del Reino Unido, logrando que días después la entidad le enviara la siguiente respuesta al pequeño:
“Sólo queríamos aprovechar esta oportunidad para comunicarle que tuvimos éxito en la entrega de su carta a su padre en el cielo. Este fue un desafío difícil porque estrellas y otros objetos galácticos están en la ruta al cielo. Sin embargo, tenga la seguridad de que este importante correo fue entregado. La prioridad de Royal Mail es que el correo de nuestros clientes se entregue de manera segura.
Sé lo importante que es su correo para usted. Continuaré haciendo todo lo posible para garantizar la entrega al cielo de manera segura.
Atentamente,
Sean Milligan”.
Palabras tan simples como profundas, que emocionaron al pequeño hasta las lágrimas, al igual que a la madre de Jasen, quien compartió esta historia en Facebook para agradecer públicamente el que hicieran feliz a su hijo en medio de la tristeza profunda por la muerte de su padre. “Usted no tenía que hacer el esfuerzo para hacer esto realidad, podría haberlo ignorado, pero el hecho de que haya hecho ese esfuerzo por un niño pequeño que no conoces es tan encantador que acabas de restaurar mi fe en la humanidad. Gracias de verdad, significa el mundo para él”, escribió la madre en sus contactos, solicitando compartir su mensaje en agradecimiento al personal del Royal Mail.
Una singular historia digna de meditarse y contarse para esta navidad, porque en su acción y significado recobra, sin duda, aquella a veces perdida fe en la humanidad.