Por René E. León Gallardo. (Fragmento de la obra inédita Elementos para una Historia de Los Andes).
Segunda Parte.
“Los valientes viajeros llegaron a Los Andes el lunes de la presente semana, sin novedad, después de muchas peripecias. Una vez que tuvimos conocimiento de su llegada pasamos a saludarlos y felicitarlos por su feliz escapada, después de un viaje tan peligroso que no muchos se atreverán a efectuarlo. En la entrevista tenida con los señores Martelli y Pirazzoli nos refirieron en detalle todas las incidencias de ese viaje, que pasamos a referir a nuestros lectores”.
“El día ya indicado partieron de Mendoza con mal tiempo juntamente con 45 pasajeros de primera y 50 de segunda, más o menos; a poco andar los empleados del tren notificaron a los pasajeros de que no podrían llegar a la frontera de Chile por causa del mal tiempo. Esta noticia como es natural produjo un efecto mas que desagradable entre los viajeros que protestaban, y con razón. ¿Por qué se les obligó a hacer el viaje cuando se tenía noticias del mal tiempo en la cordillera?. Esto indica a las claras que el Hotel de Inca necesitaba pasajeros, sin importarle un ardite el que esos pasajeros se perjudicaban teniendo que pagar por un miserable hospedaje doce nacionales diarios los de primera o sea $24 o más, de nuestra moneda; y los de segunda en casi su totalidad jente escasa de recursos, $5 argentinos. Aquí fue la grande: los pobres pasajeros de segunda, entre los cuales se encontraban muchas madres de familia con sus chicos y que no tenían recursos hubieron de dormir algunas en un desamparado galpón en medio del temporal de viento y nieve, y otras dentro del wagon, sin abrigo o recurso alguno lo que es demasiado criminal. Muchos pasajeros de primera se privaron de sus viandas y las llevaban a los desgraciados pasajeros de segunda, sobre todo a los niños para los cuales no había compasión alguna de parte del administrador y personal de aquel hotel; a igual que otro de la misma empresa hotelera en el que solo saben esquilmar al viajero, según lo dicen los pasajeros”.
“Estos pasajeros de 2ª solicitaron su regreso a Mendoza después de dos días de angustias pero para efectuarlo tuvieron que pagar a la Empresa del Ferrocarril $34 arjentinos y después volver a pagar igual suma para subir a Inca y seguir su viaje a Chile. ¡Esto es inaudito!”.
“En vista de esta situación y no pudiendo resistir el bolsillo, y mui principalmente a la escasez de comida, pésimas camas, etc. los señores Martelli y Pirazzoli nos han dicho que prefirieron correr el albur de perecer en la cordillera o pasar a Chile donde encontrarían atenciones y recursos, antes de continuar en aquella triste situación que además les costaba tanto dinero y ya se les había agotado”.(continuará)
