Carlos Alamos Guerra, Ing. en Prevención de Riesgos ©, Diplomado Gestión
Organizacional Univ. Diego Portales.
Soluciones nuevas para problemas antiguos
Columna redactada como parte del Curso Vulnerabilidades ante desastres socionaturales», Universidad de Chile – 2016.
A los actuales y futuros Alcaldes y Alcaldesas:
Los desastres naturales, entendidos como aquellos producidos por fenómenos naturales, tienen como correlato una serie de factores de vulnerabilidad territorial, comunidades postergadas, un desarrollo urbano descontrolado y una intervención en el medio ambiente agresiva e improvisada, en conclusión, NO son consecuencia de los eventos naturaleza, sino de la acción y omisión humana, la desconexión de la autoridad respecto al desarrollo de las comunidades, analicemos entonces algunos factores comunes.
Siempre que se trata este asunto, no obstante ha existido en los años reciente una mayor valoración, suele salir la excusa de la falta de recursos o “no es mi pega”, pues bien, las normas que rigen los deberes de los Municipios indican su deber y facultad de trabajar las emergencias en forma preventiva (Art. 4 LOC Municipalidades) en conjunto a otra serie de normas, en ocasiones de mayor utilidad electoral, principalmente reactivos, provocando un círculo vicioso de mayor desigualdad, desarticulación de las estructuras sociales y familiares y ruptura de las posibilidades de superación y trabajo.
Identificada las causas, analicemos una manifestación; la comunidad El Terraplén, en una posición estratégica entre el corredor bioceánico e infraestructura portuaria de primer nivel, en la cabecera de un Rio principal y apenas a 5 kilómetros del centro de la ciudad, pues bien; sucede que estas 37 familias no cuentan con vías de acceso útiles, tampoco con electricidad regularizada, salvo excepciones con Títulos de propiedad, sin iluminación en sus calles, sin ningún tipo de mobiliario público, y sólo hace un par de meses con agua potable, no existe infraestructura básica, recolección de residuos esporádica o deficiente, microbasurales, seguido de una alta peligrosidad, consumo de drogas, delitos sexuales, violencia doméstica y abandono por parte del Estado (llámese Municipios, red de apoyo social, seguridad pública, justicia, protección de la infancia, etc). Lo anterior no debe ser entendido como un ejemplo malintencionado, podría llamarse Patagual, Mina Caracoles o Foncea, el diagnóstico es el mismo.
Entonces ante serie de desigualdades, que se ha hecho para cualquiera de los cuatro territorios mencionados? Pues se ha respondido, salvo honrosas excepciones, con una actitud REACTIVA ante la emergencia y el desastre, en una contingencia permanente y un rezago interminable. Las autoridades temporales, suelen tratar el problema permanente, con nylon, cajas de mercadería, planchas de zinc, catastros y encuestajes repetitivos e inconducentes.
Una propuesta metodológica de bajo coste para nuestras futuras autoridades:
Abordar los problemas de los territorios, considerando la Prevención y la Mitigación (no es nada nuevo, pero si innovador), integrando la gestión, recogiendo el saber popular, la iniciativa y acciones locales, reconstruir el tejido social, utilizar los recursos de los actores locales (profesionales de escuelas, empresas, emprendedores y comerciantes), mediante dos acciones fundamentales:
-Medidas específicas de coordinación, ya que cada territorio posee actores distintos según su realidad, diagnóstico desde el espacio local, y la consideración de los mismos actores locales en la reducción de vulnerabilidades.
-Crear conciencia, en las autoridades, Gobiernos, planificadores y la comunidad empresarial, sobre la necesidad de organización social para reducir los desastres y emergencias.
Como hacerlo; construir soluciones desde abajo hacia arriba, no esperar la venida del padre Fisco, Ministro, Senador o quien sea, esto se denomina “Mitigación Popular del Riesgo”, sus consecuencias será más mejoramiento habitacional, menos nylon y planchas de zinc; más capacitación en instalaciones eléctricas, menos incendios; más capacidades productivas, menos cajas de mercadería; más iluminación menos delitos sexuales.
La PREVENCIÓN, impulsará al Municipio y a la comunidad a tomar conciencia de los factores subyacentes a la postergación, la falta de caminos, veredas y accesos útiles, falta de acceso al agua potable y alcantarillado, Planificar el territorio, esto implica en casos graves, impedir la ocupación de los espacios comunitarios, la limpieza de escombros y desalojo de ocupantes ilegales, proveer de infraestructura para el acceso a salud, educación y seguridad pública, y el inicio de un trabajo de mejoramiento, que con el paso del tiempo terminará por minimizar la frecuencia y daño de las emergencias.
En tanto en los procesos de RECONSTRUCCION posterior a una emergencia, deben ser vistos como una oportunidad de mejora, de generación de nuevos desarrollos, un territorio reorganizado, permitirá a los afectados reestablecer y reimpulsar sus proyectos de vida, evitando la doble condena de ser pobre, y perderlo todo, el trabajo futuras autoridades, es asegurar las condiciones de vida dignas para la próxima generación, y no sólo pensando en la próxima elección.
Soluciones nuevas para problemas antiguos