Por: Josefa de Pablo, académica Facultad Enfermería U. Andrés Bello
En los últimos 30 años, la población de nuestro país ha experimentado un proceso de envejecimiento demográfico acelerado y sin precedentes históricos. Hasta 1970, las personas mayores de 60 años representaban un 8% de la población de Chile y se proyecta que para el 2025, la población de adultos mayores llegue a 3.825.000, representando el 20% de la población del país.
Según la Encuesta Nacional de Salud, las principales enfermedades del adulto mayor (sobre 65 años), son la Hipertensión Arterial, Diabetes, Enfermedades Crónicas Respiratorias, Cáncer, mayoritariamente de Próstata en hombres y, lo peor de todo, muchos de los adulto mayores tienen un alto riesgo cardiovascular, ya sea por una parte genética y otra por factores modificables, como el tabaquismo y la obesidad.
En nuestro país existes varias estrategias de tamizaje de estas patologías, con el objetivo que prevención de la enfermedad y tratamiento oportuno en caso de que ya se diagnostique. Tenemos el EMPA, que es un examen para personas desde los 25 años donde se pueden pesquisar anomalías dentro del paciente. Es un examen gratuito y solo debe estar inscrito en su CESFAM para realízaselo.
Entre los consejos para una mejor calidad de vida de ellos está fortalecer las redes de apoyo y/o familia, con el objetivo de llevar una vida sana, feliz y que provoque un impacto positivo en cada uno de los participantes. Los adultos mayores son una fuente de sabiduría y la gente que los rodea aprovecha poco esta cualidad.
Queremos que esa sabiduría perdure en buenas condiciones en una vida digna como todos ellos se lo merecen.
