A lo largo del tiempo nuestra relación con el sol ha cambiado. Hace cuarenta años, el estar bronceado era símbolo de buena salud y belleza. La precaución ante la exposición solar no existía y el público contaba con una limitada variedad de productos destinados para ello. Afortunadamente, hoy ya estamos en conocimiento de los daños causados por la exposición solar, lo que ha generado un cambio en la industria farmacéutica y cosmética existiendo gran variedad de productos a disposición del público. Dentro de las consideraciones que se debe tener frente a la elección del factor solar, lo primero es elegir apropiadamente el producto considerando el fototipo de cada persona, el número de factor solar dependiendo del color de piel y tiempo de exposición en su vida diaria. Además de esto, se debe preferir un producto de amplio espectro que proteja tanto de UVB y UVA, así como utilizar productos resistentes al agua si se va a nadar o si se está en un ambiente en que la sudoración será excesiva, ya que este tipo de productos permiten una protección de 80 minutos. También se debe procurar preferir los productos en crema, pues permiten aplicar una capa homogénea y consistente sobre la piel considerando siempre reaplicar cada 2 horas. Pero el bloqueador solar no es lo único a considerar, ya que también es importante el uso de lentes, sombreros o ropa con protección UV. Por lo tanto, es de gran importancia leer correctamente las etiquetas de estos productos, fijarse en las fechas de vencimiento y modo de aplicación. Son muchas las variables que se deben tomar en cuenta para que el producto que contiene el protector solar sea realmente efectivo.
Alexandra Didyk P.
Química y Farmacia
Facultad de Medicina Universidad Andrés Bello Viña del Mar