Por: Álvaro Martínez, director de Personas y Organización de Sodexo Onsite
Las vacaciones es uno de los períodos más esperados por la mayoría de los trabajadores chilenos. Sin embargo, y de acuerdo a un reciente estudio de la consultora de recursos humanos Randstad, un 39% de las personas no logra desconectarse de su trabajo durante el período estival, tendencia que se agudiza más aún en cargos de responsabilidad, donde este índice supera el 66%. ¿Qué pueden traer consigo estos malos hábitos? Podrían provocar el denominado síndrome del trabajador quemado (burnout) o estrés crónico, el que va mucho más allá del estrés laboral, generando importantes repercusiones para el trabajador y para la empresa.
Para evitar estos males propios de siglo XXI, es clave el rol que tenemos las áreas de recursos humanos en velar por la calidad de vida de quienes forman parte de nuestros equipos. Debemos ser los principales impulsores de un real cambio cultural que permita a las personas conciliar su vida familiar y laboral, lo que en la práctica significa establecer políticas que promuevan esta conciliación y una real desconexión del trabajo. Cuando las jefaturas no aprovechan su tiempo de vacaciones no solo ponen a sus equipos camino al burnout, sino también generan presiones tácitas para que las personas de su equipo hagan lo mismo.
Estudios a nivel mundial avalan que el real descanso, es decir, el que implica desconexión total del trabajo, trae como resultado personas con mayores índices de atención, claridad, proactividad y productividad. Incluso, una investigación de la NASA señaló que después de solo unos días de vacaciones, el tiempo de reacción en las tareas cotidianas asciende hasta un asombroso 80%. Por lo mismo, y de manera estratégica, los directivos debiésemos dar el ejemplo y educar a los colaboradores y colaboradoras sobre los beneficios del tiempo libre y de la importancia que tienen las vacaciones para nuestro compromiso, rendimiento y creatividad.
Coordinar a los equipo para planificar previamente las tareas a realizar durante el período de vacaciones es fundamental. Además, recapitular los proyectos importantes que están en curso ayudará a que todo siga en orden pese a que algunos colaboradores no se encuentren en el trabajo. Por otro lado, no se debe olvidar armar un plan de apoyo para las tareas que se deban realizar y comunicar esa información a las otras áreas de la empresa.
Adicionalmente, las vacaciones sirven como un período de preparación para los desafíos que vienen. La invitación es a relajarse, disfrutar y dejar el trabajo en la oficina. Las vacaciones son una obligación que permite recargar las pilas con las que se debe funcionar por el resto del año.
