Por: Dr. Denis Panozo Villarroel
Cuadro clínico muy frecuente que se presenta de diferentes formas, de difícil diagnóstico por semejarse a otras patologías y para peor ataca a diferentes órganos y tejidos, ya que ataca a los vasos sanguíneos de estos, provocando diferentes lesiones y sintomatología que le dan a cada una las características que nos permiten diferenciarla, más aun que no respeta la edad. Se considera como una enfermedad reumática que puede ser leve o muy grave, aguda o crónica, y cuya principal característica es la inflamación de los vasos sanguíneos (arterias, arteriolas, capilares, venas, vénulas). Esta inflamación puede provocar un estrechamiento de los vasos sanguíneos que dificulta el paso de la sangre, puede cerrar en forma completa los vasos sanguíneos impidiendo el paso de la sangre o estirarse, debilitarse hasta que brotan y pueden llegar a reventar produciendo una peligrosa hemorragia interna. Todos estos problemas pueden producir daños en tejidos y órganos.
Se desconoce con exactitud que causa la vasculitis, se apunta a una posible causa genética, también autoinmune, reacción a algún medicamento, o por una infección viral como el virus de la hepatitis B o C.
La Vasculitis puede ser originada por otras enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide, lupus eritematoso, la esclerodermia. Los síntomas de estas afecciones inflamatorias suelen ser fiebre, cansancio y pérdida de peso que provoca un deterioro del estado general, aparecen varias úlceras bucales dolorosas, y distintos tipos de lesiones en la piel.
Se recomienda a los pacientes adultos que deben acudir al médico frente una cefalea intensa acompañada por lesiones en la piel.