Por: Carolina Carvajal, Tecnología Médica Universidad Andrés Bello
En días de calor, y aún en plena temporada de piscinas, playas y balnearios, una amenaza latente para los bañistas es el riesgo de sufrir otitis externa, que puede afectar en todas las edades, pero mayoritariamente se da en niños.
La infección, por lo general, ocurre en los personas que pasan mucho tiempo en el agua. Si hay mucha humedad en el oído, éste se puede irritar, abriendo la piel del canal auditivo, lo que permite la entrada de bacterias u hongos.
Los síntomas más comunes son dolor de oídos, localizado en la parte externa, posible supuración y dependiendo del tiempo de evolución y sensación de oídos tapados. En algunos casos el masticar puede resultar doloroso, y el canal auditivo pica antes de que el dolor comience.
El dolor de oídos es la forma más frecuente de detectar esta enfermedad, debido a que el conducto auditivo está muy estrecho, por lo que en ocasiones se encuentra completamente cerrado producto de la inflación e infección. También es importante que tengan en cuenta que la fiebre no es un síntoma característico de esta patología.
Si bien esta enfermedad no trae mayores complicaciones, no es contagiosa y es fácilmente controlable, es probable que quienes sufran de diabetes o se encuentran con las defensas muy bajas, tengan más probabilidades de que la enfermedad se torne más agresiva o recurrente.
Como medidas preventivas limitar la manipulación del conducto auditivo externo con cotonitos o cualquier otro elemento, ya que pueden facilitar la presencia de esta enfermedad o provocar más dolor e irritación; intentar que su hijo permanezca por periodos breves en el agua y recuerde secar bien sus oídos después de salir de ésta. Si presenta alguno de estos síntomas, consulte a un médico otorrinolaringólogo quien le indicará el tratamiento más adecuado y si es necesario le realizará un aseo del oído bajo microscopio.
Si la persona es especialmente susceptible y presenta reiterados episodios de inflamación se aconseja el uso de protectores en los oídos como tapones, gorros o cintillos especiales.