Por: Franco Contreras
El consumo excesivo de determinadas sustancias, como es el caso de la cocaína, alcohol, tabaco y azúcar, entre otras, provocan graves daños a la salud, como dependencia a las mismas, cáncer o diabetes.
Al comparar con los mas media, el efecto es similar, ya que la exposición excesiva provoca daños profundos en la población, pero aun así seguimos viendo el noticiero de edición central. Con pavor descubrimos que el discurso mayoritariamente está pauteado por el poder y otros sencillamente prefieren solo su individualidad.
Entonces, cuando nos enfrentamos a la incansable repetición diaria de lo mal que están los mismos países de siempre o la polémica que los envuelve, comenzamos a reconocer la escuela de Goebbels durante la Alemania Nazi, pero cuando en las urnas ganan los pertenecientes al ahora ex-bando opositor, mágicamente se reduce la cantidad de noticias e incluso adquieren un nuevo tenor de esperanza o sencillamente desaparecen las menciones a éstos.
Argentina, Brasil y Paraguay, son casos destacados. El primero, por la venida del mesías Macri y “cambiemos”, pero el resultado ha sido inflación por las nubes, devaluación y “tarifazo”, destruyendo una sociedad y conduciéndola a un posible 2001-2.0. Sin embargo, el noticiero destaca la supuesta corrupción de Cristina Fernández de Kirchner, abriendo causas como si se tratara del encargo de “facturas” para el desayuno, desacreditando el poder judicial en Argentina. En Brasil es más burdo, ya que destituyen a Dilma Rousseff sin pruebas concretas, mostrando la corrupción de los que votan su destitución. Luego comienzan a perfilarse liderazgos para las próximas elecciones y Lula es candidato natural, pero es condenado a cárcel. Finalmente Fernando Lugo, también es destituido con un controvertido caso y cualquier mención a Paraguay desaparece de los medios nacionales por años.
De lo anterior, podemos concluir que no se trata de países en particular, sino de liderazgos de una tendencia política y la visión sobre la que fundamentan su gestión. Respecto a Uruguay, si bien la prensa chilena estaba anulada dada la gran empatía y popularidad de Mujica, de todas maneras se entregaba un mensaje de supuesta incapacidad en relaciones internacionales y se encendía la polémica por la legalización de la marihuana. Ahora su sucesor es de la misma línea y no se sabe nada de este país. Ecuador tampoco tiene mención, ya que aunque el sucesor de Correa es de su partido, proclamado por el mismo, Lenin Moreno traiciona a su antecesor e incluso abre la puerta de calle a Julian Assange y Correa queda envuelto en acusaciones y ordenes de arresto. En tanto Venezuela, desde el periodo de Chávez que se está derrumbando para los medios nacionales, incrementando la tensión y con ello la inflación durante el mandato de Maduro. En Bolivia la crítica se concentra en Evo, hasta el punto de cuestionar la legitima decisión de su gobierno de construir un edificio gubernamental, pero poco se habla de su destacado crecimiento económico, y de Nicaragua solo sabemos que Ortega es un despiadado.
¿Qué sabemos de Perú, Colombia, Guyana, Surinam, Salvador, Honduras, Costa Rica, Belice, Guatemala y Panamá?. En Colombia mueren dirigentes sociales con normalidad, en Perú casi todos los presidentes posteriores a Fujimori, incluido éste, tienen problemas con la justicia. ¿Aceptamos voluntaria y cómodamente el sesgo o nonos damos cuenta? ¿quereos informarnos realmente?