Matrimonio de adultos mayores y su hijo fueron las víctimas
Un violento asalto afectó a un grupo familiar integrado por tres personas, entre ellos un matrimonio de adultos mayores, cuando al menos cinco delincuentes irrumpieron de madrugada en su domicilio del sector de Los Chacayes, comuna de San Esteban, Camino Internacional, en momentos que se encontraban durmiendo.
Fue una de las víctimas, Clodomiro Vásquez, dirigente del Suplan de Codelco Andina, quien en conversación con medios de prensa de Los Andes dio a conocer públicamente la dramática situación que debieron enfrentar.
IRRUMPIERON MIENTRAS DORMÍAN
Señaló que todo se originó alrededor de las 2:00 horas de la madrugada del sábado, cuando sorpresivamente llegó hasta el frontis de la casa la banda delictual, cuyos antisociales procedieron a quebrar los vidrios de la puerta principal, por allí lograron abrirla y accedieron al interior del inmueble.
Los ruidos despertaron a los moradores, por lo que la dueña de casa, de 74 años, alertó sobre esa situación y el hijo respondió pensando que se trataba de automóvil que había tenido un accidente de tránsito y se había estrellado contra la casa.
Rápidamente los delincuentes ingresaron al dormitorio matrimonial donde la señora se sorprendió con la presencia de extraños, y al hacerse presente desde otra pieza el descendiente se encontró de frente con un par de antisociales, quienes estaban premunidos con palos, corriendo hacia la puerta, cerrándola y poniéndose detrás de la misma para que no entraran los otros, quienes gritaban para que les abriera. El hombre se percató que habían cortado la energía eléctrica al instante que quiso prender la luz.
En un momento debió obedecer, ya que los asaltantes que estaban afuera intentaban a toda cosa derribarla y manifestaron que si no lo hacía iban a disparar.
AMARRARON AL HIJO DEL MATRIMONIO
Una vez todos dentro de la vivienda, intimidaron a las víctimas con un arma de fuego, les obligaron a obedecer y les exigieron la entrega de una aparente cantidad importante de dinero.
Tres de los delincuentes tomaron al hijo del matrimonio, lo golpearon con sus puños y pies en el cuerpo y con los palos en la cabeza, arrojándolo al suelo al lado de una de las camas donde le ataron sus manos por la espalda con una prenda de vestir y los pies con cables eléctricos. La violenta agresión la continuaron una vez que estaba reducido, ya que le insistían para que dijera donde mantenía la plata, aunque le manifestaba que no había una elevada suma.
Hizo presente que su papá, de 86 años, presenta una enfermedad y tiene poca movilidad, en tanto que su mamá entró en estado de shock, por lo que en medio de la angustiante situación les suplicó que no los amarraran y no les hicieran nada, a pesar que también los amedrentaban.
SE LLEVARON PENSIONES, HERRAMIENTAS Y HASTA MERCADERÍA
Los asaltantes comenzaron el registro de los muebles y de toda la vivienda, encontrando en un closet solo la suma de $450.000 que era lo que mantenía guardado el matrimonio de sus pensiones, de lo cual se apropiaron. También se apoderaron de diversas joyas, los teléfonos celulares, mercadería, carne y una serie de herramientas que eran de propiedad de un maestro que estaba haciendo trabajos en la casa, entre estas galletero, taladro, sierra circular y rotomartillo, todo lo cual fue avaluado en una suma superior a los $3 millones.
Inclusive, ante la desesperación, el hijo del matrimonio les dijo que se llevaran su automóvil, pero no pudieron hacerlo partir.
“NOS AMENAZABAN CON MATARNOS”
“Ellos fueron muy violentos en todo momento, me ponían la pistola en la cabeza, le apuntaban a mi mamá y nos amenazaban con matarnos. Estuvieron por espacio de dos horas al interior de nuestra casa y la revisaron completamente. Incluso encontraron la cajetillas de cigarros que mantenía en mi chaqueta y se dieron el tiempo hasta de fumar mientras conversaban”, señaló Vásquez.
Comentó que los delincuentes “buscaban únicamente dinero, era como si tuviesen el dato de que nosotros hubiésemos retirado efectivo. También me llamó la atención que preguntaban por el nombre de otra mujer, por lo que presumo que se equivocaron de casa”, indicó.
Agregó que escuchó que las cosas las cargaron en un auto y en el que escaparon en dirección a Los Andes.
Señaló que después de diez minutos logró zafarse de las amarras y corrió hasta la casa de una vecina a pedir ayuda, llamando a Carabineros.
“Me contacté con la Tenencia de San Esteban y lamentablemente no llegaron. Después una vecina se comunicó con un familiar que es funcionario en Los Andes y se hicieron presentes los carabineros de la Tercera Comisaría, que acogieron la denuncia. También llamamos a la PDI, pero no dijeron que tampoco tenía un carro de reacción”.
La víctima señaló que “yo y mis padres quedamos muy asustados, ya que temimos por nuestras vidas”.