Por: Mario Rodríguez, académico Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello
Por años hemos crecido aprendiendo que el consumo de Vitamina C es fundamental para prevenir los resfríos, más aún en la época de invierno cuando los índices de enfermedades respiratorias se disparan.
En la actualidad la única medida que ha demostrado disminuir los resfriados de manera significativa, es el lavado de manos. Ya que este acto evita la propagación de virus respiratorios, sobre todo, en la población infantil.
La suplementación de vitamina C para prevenir resfriado se ha estudiado en 29 estudios clínicos, con los cuales se quiso ver si es que existe una asociación a favor de prevenir resfríos, pero las conclusiones que engloban todos esos estudios a través de un metaanálisis, del año 2013, demostró que la suplementación de vitamina C de manera regular no previene resfriados de manera significativa.
Sin embargo, un grupo de personas se puede ver beneficiada del consumo diario de vitamina C para prevenir resfríos, ellos son personas que se encuentran expuestos a actividad vigorosa, especialmente en condiciones extremas como corredores de maratón, esquiadores y soldados en que están en zonas polares.
La Vitamina C no tiene ninguna contraindicación absoluta, pero no es recomendada en pacientes que tienen úlceras gástricas o hemorragias digestivas debido al acidez que tiene. De todos modos, cuando se ha administrado en dosis altas y durante tiempo prolongado, se ha visto que, al acidificar la orina, puede inducir a precipitación de cálculos renales de cisteína, urato u oxalato.