¡VIVE HOY EL SUEÑO DE CHAMPAGNAT!

¡VIVE HOY EL SUEÑO DE CHAMPAGNAT!

- en Columnistas
1090

Por: Hno. Ángel Gutiérrez Gonzalo

Todos los movimientos en su origen, están henchidos de una esperanza inocente, de ímpetu y entusiasmo; luego poco a poco, se vuelven racionales y prudentes. Todas las empresas, al principio, son aventureras y se desarrollan de manera fluida; luego, se entumecen. Para sobrevivir, se necesita encontrar dentro de si, la capacidad para renovarse, de volverse jóvenes, de recomenzar de nuevo.

Por este motivo, el deseo y la pasión son importantes. No porque sean un ideal en sí mismos, sino porque constituyen el elemento dinámico de la vida. Un individuo que ya no sea capaz de desear algo apasionadamente, no podrá realizar nada en la vida.

Una sociedad que no logre mantener sus sueños, la rutina la agarrotará y decaerá.

¿Qué significa vivir hoy el sueño de Champagnat?

El sueño de Champagnat nos llama a ser y actuar de modo que incrementemos los valores en la vida de los jóvenes, los ayudemos a descubrir el sentido último de su existencia en Dios, para que puedan vivir armosiosamente las dimensiones humanas y espirituales de su existencia. Actualmente son numerosos los jóvenes que padecen una crisis de valores cristianos. Los Montagne abundan a nuestro alrededor. Champagnat nos señala con el dedo y nos invita a hacer de ellos buenos cristianos y virtuosos ciudadanos.

Vivir su sueño hoy es una llamada a comprometernos más en el servicio a los pobres y pequeños. Abundan los brazos que se tienden en nuestra dirección y tenemos que discernir y encontrar respuestas adecuadas a estas llamadas. Sin embargo nos pide que, además de acercarnos a los más pobres, evaluemos nuestra presencia entre ellos. ¿Qué testimonio les damos? ¿Cómo nos acercamos a ellos? ¿Encuentran en nosotros signos vivientes y testigos del evangelio?

Nuestra presencia entre los pobres tiene que ser diferente a una ONG más. Como Hermanos y laicos Maristas, nuestra presencia debe superar la ayuda material a la simple compasión.

“Vivir el sueño de Champagnat hoy” nos pide que seamos testigos vivos, que amemos sobre todo a quienes somos enviados para darles a conocer y amar a Jesús y a María en el contexto de nuestro mundo actual.

Estimados miembros de la Familia Marista: Para vivir el sueño del Padre Champagnat, debemos colocar a Marcelino en el centro de nuestra vida y procurar imitarle.

Recuerden lo siguiente: Marcelino nos dejó el mejor de los tesoros, compartir con el hermano las tristezas y los gozos. Marcelino nos dejó como fuentes siempre vivas, humildad, sencillez y modestia.

Nunca olviden que “formamos la Familia de María, queremos sencillez de corazón, la madre nos acoge en su regazo y lleva nuestras vidas hacia DIos”.

“Todo a Jesús por María. Todo a María para Jesús”

Comenta en Facebook

Comentarios

Quizá te interese

Mis Historias, libro del andino Patricio Bonelli Canabes

Impreso en los Talleres de Gráfica LOM, Miguel