Concejal Octavio Arellano explica voto de rechazo a estacionamientos subterráneos bajo la plaza, aprobado por el alcalde y el Concejo Municipal de Los Andes
El concejal Octavio Arellano sostuvo que su voto en contra a la propuesta de transacción del juicio con la empresa concesionaria de parquímetros, acordada por el alcalde Manuel Rivera y la mayoría de los concejales, «significa consolidar por más de 35 años un contrato que es sólo ganancia para la empresa concesionaria y una camisa de fuerza que impedirá al municipio ejercer su derecho a administrar el espacio público según los intereses de la ciudad»
El concejal Arellano señaló que «siempre he sostenido que este es el peor contrato de parquímetros que dejó la administración de Mauricio Navarro y que con este acuerdo del concejo, en que fui el único concejal que se opuso y votó en contra». «Con ello -dijo- se le da luz verde a la empresa ECM para que construya dos estacionamientos subterráneos, uno de ellos bajo la Plaza de Armas y otro en el lugar que estime la empresa, manteniendo por 35 años toda la concesión del cobro de los estacionamientos de superficie».
El concejal Arellano señala que estimaba que una decisión de esta naturaleza iba más allá del concejo y que debía pronunciarse toda la ciudadanía, «para lo cual propuse al concejo se realizara un plebiscito abierto a toda la ciudadanía, antes de tomar una decisión tan relevante, lo que también fué rechazado».
SE VA A INCREMENTAR LA CONGESTION VEHICULAR EN EL CENTRO.
Octavio Arellano sostuvo que los estacionamientos bajo la Plaza de Armas» además de afectar un bien patrimonial e histórico de la ciudad, que tiene más de 200 años, se eliminarán 16 árboles centenarios de la Plaza por calle Esmeralda, Santa Rosa y OHiggins. Mientras todas la ciudades del mundo buscan abrir más espacios para los peatones, a los ciclistas y a mayores espacios públicos para la ciudadanía, disminuyendo el acceso de vehículos a las zonas céntricas e históricas, de calles estrechas; acá se hace todo lo contrario. Se incentiva que entren más autos al damero central. O sea en vez de disminuir la congestión, en las horas peak de entrada y salida de vehículos, ésta naturalmente se incrementará, más aún cuando el parque vehicular ya bordea los 15.000 automóviles. Basta ver los tacos que provocan los cobradores de parquímetros, cuando hacen el cobro a los conductores para anticipar lo que ocurrirá»
ESTA ES UNA FALSA MODERNIDAD
Finalmente, el concejal Octavio Arellano sostuvo que «esta es una falsa modernidad, que entrega espacios que son propios del ciudadano, al uso de los vehículos y a la especulación de una empresa que sólo busca lucrar. Así se deshumaniza la ciudad, se afecta su patrimonio cultural y su vegetación. Siempre sostuve que el municipio debía hacer todo lo posible por dejar sin efecto un contrato tan perjudicial y gravoso, ejerciendo todas las acciones judiciales y de ningún modo negociar «con una pistola en el pecho», y según el resultado del juicio haber considerado alguna alternativa. Por el contrario, se está renunciando a defender el espacio público, que es lo que corresponde hacer a toda autoridad. Obtener beneficios de corto plazo pero quedando obligada la ciudad por casi medio siglo, es entregar las armas sin luchar, lo que yo no comparto.» El concejal propuso en cambio la reubicación del proyecto de estacionamientos en otro lugar, fuera del damero central, propuestas que no fue aceptada por la empresa de parquímetros.