Por: Alexis Pallauta Gómez
Tal y como reza la publicidad, “llegó Marzo”, y con ello se da inicio al año “normal”, al año propiamente dicho, con todas las actividades nacionales funcionando, para bien o para mal.
Con Marzo llega el inicio del año escolar, los permisos de circulación y el término de las vacaciones de la inmensa mayoría de los chilenos (obviamente de aquellos que pueden tomarse y disfrutar de sus vacaciones), es decir la “maquinita-país” funcionando a entera capacidad, lo cual trae aparejado el volver a concentrar la mirada y el pensamiento en temas “importantes” para el futuro del país y los chilenos, como la taza de crecimiento, taza de cesantía, el alto endeudamiento estatal, etc… y por cierto las próximas elecciones municipales, las que estoy cierto hoy por hoy cautivan el interés de poquísima gente, pero conforme vaya pasando el tiempo irá siendo tema de interés o al menos de conversación para más y más chilenos.
Es por esto que HOY quiero compartir algunas reflexiones, y que no se diga después que actúo como “general después de la batalla”. Hago estas reflexiones en el total convencimiento de que nuestro país requiere con urgencia que los ciudadanos vayan interiorizándose de lo que acontece a su alrededor y sus decisiones electorales vayan siendo cada día más influidas por un análisis serio y objetivo de los problemas, las soluciones y las capacidades y actuaciones de las personas que pretenden encabezarlas, pues tengo la certeza de que es este el ÚNICO camino para que, como masa ciudadana, tomemos decisiones inteligentes y buenas para el país, lo más lejanas que sea posible de populismos baratos y promesas inverosímiles, pues sostengo que las autoridades, en cualquier nivel, deben ser electas por sus capacidades, por sus conocimientos, por su nivel de gestión, por su habilidad para generar buenas soluciones a los problemas de la ciudadanía, ya que una autoridad no es un rey o reina de la simpatía. En los últimos años hemos podido constatar amargamente que poseer las ahora llamadas “habilidades blandas” no aseguran ni remotamente una buena gestión de la autoridad.
Entonces, a partir de lo dicho, les invito a pensar en aquellos problemas que como ciudadanos queremos que se resuelvan prioritariamente en nuestra comunidad, informémonos que cuáles son las reales facultades de cada autoridad y analicemos, en base a sus actuaciones pasadas y presentes, quiénes son las personas que muestran o han mostrado las mejores capacidades para abordar este tipo de problemas, pues sólo así nuestra elección estará mucho mas cerca de ser exitosa y lograr las soluciones que nos interesan, alejándonos del riesgo de los “voladores de luces” o “venta de pomadas”.
Si aplicamos esto a las elecciones municipales que se aproximan, será ineludible el pensar el estado en que veíamos y sentíamos a nuestra comuna con la autoridad anterior y cómo está hoy, informémonos respecto de la pujanza y progreso que llegó a nuestra ciudad en la administración anterior, y lo que vemos hoy…. sólo para dar un par de ejemplos, FILAN (ayer y hoy), Fiesta del Guatón Loyola (ayer y hoy), estado de nuestras calles y áreas verdes (ayer y hoy), etc…
Que cada cual haga su análisis, pero es importantísimo que efectivamente lo hagamos, y lo más objetivamente posible, pues es, como ya lo dije, la mejor forma de tomar decisiones inteligentes para beneficio de nuestra ciudad, de nuestros hijos y de nuestro futuro. NO ES OPCIÓN VALEDERA ni responsable el restarse de esta decisión electoral, pues son decisiones que afectarán directamente nuestro entorno más cercano, el de nuestros hijos, nuestras familias, nuestros amigos, pues se trata de NUESTRA comunidad, y en el nivel municipal la elección es mas bien por capacidades y experiencias personales y de equipos de trabajo, es un nivel en dónde el contexto “político-partidario” pierde relevancia, pues tanto electores como candidatos cohabitan y son parte integrante de la misma comunidad, por tanto comparten día a día los mismos problemas, necesidades y aspiraciones.
Llegó Marzo !! ahora hay que empezar a pensar nuestro futuro, en serio…